jueves, 7 de agosto de 2014

Los métodos de meditación

Tienes que vivir con los demás y contigo mismo a la vez. Toda vida parcial, es incompleta. Debes vivir entre los demás con una mente condicionada, pero debes vivir contigo mismo con una consciencia totalmente incondicionada. La sociedad crea consciencias limitadas: pero consciencia, en sí misma, significa expansión, es ilimitada. Ambas son necesarias, y ambas deben ser atendidas.
Llamo sabio a aquel que puede satisfacer ambas necesidades. Cualquier polarización es estúpida; es perjudicial. Vive por lo tanto en el mundo con tu mente, con tus condicionamientos, pero vive contigo mismo sin mente, sin condicionamientos. Usa tu mente como un medio, no hagas de ella un fin. Sal fuera de ella en el momento en que goces de una oportunidad. En el momento en que estés solo, sal fuera de ella; sácatela. Entonces celebra ese momento; celebra la Existencia misma, sé ella misma.
Simplemente “ser” es una gran celebración si sabes sacarte de encima tus condicionamientos. Puedes quitártelos de encima. Podrás aprenderlo a través de la Meditación Dinámica. No será algo "causal"; llegará a ti como algo no causado. La meditación creará la situación por la cual podrás entrar en lo desconocido. Poco a poco serás apartado de tu personalidad robotizada, mecánical. Ten coraje. Practica vigorosamente la Meditación Dinámica y todo lo demás vendrá por añadidura. No será hecho por ti; te sucederá.
No puedes traer lo Divino, pero sí puedes impedir que llegue. No puedes hacer entrar al sol en tu casa, pero sí puedes cerrar la ventana. Negativamente, la mente puede hacer mucho; positivamente, nada. Todo lo positivo es un regalo, todo lo positivo es una bendición, te es dado, mientras que todo lo negativo viene por tu hacer.
La meditación -y todos los ardides meditativos- puede lograr una cosa: sacarte fuera de tus impedimentos negativos. Puede sacarte de la prisión que es la mente. Y cuando hayas salido fuera, te reirás. ¡Era tan fácil salir! Estaba allí mismo. Sólo fue necesario un paso... pero caminamos siempre en círculos y el único paso que puede llevarte hasta el centro siempre es obviado...
Vas en círculo, por su periferia, repitiendo siempre lo mismo. La continuidad debe ser rota en algún momento. Esto es todo cuanto debe ser hecho por cualquier método de meditación. Si se rompe la continuidad, si te vuelves discontinuo respecto a tu pasado, entonces ¡ese preciso momento es la explosión! En ese preciso momento estás centrado; estás en el centro de tu ser. Y ahí conocerás todo lo que siempre ha sido tuyo, todo lo que desde siempre te ha estado esperando.
Osho

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