sábado, 26 de septiembre de 2015

miércoles, 23 de septiembre de 2015

¿Quién es un solitario?

"¿Quién es un solitario?.
 Aquél cuya necesidad de ser necesitado se ha ido; uno que está
completamente conforme con como es; uno que no necesita que le digan "eres significativo". Su significado está dentro de él mismo. Ahora, su significado no proviene de los otros --no lo mendiga, no lo pide-- , su significado viene de su propio ser. No es un mendigo, y puede vivir consigo mismo...
¿Qué es un solitario?, es aquél cuya necesidad de ser necesitado ha desaparecido, que no necesita que le des significado con tus ojos ni con la forma en que respondes a él. ¡No!. Si le das tu amor, se sentirá agradecido, pero si no le das, no se quejará; si no se lo das, estará igual de bien. Si lo vas a visitar se alegrará, pero si no vas, estará igualmente alegre. Si anda entre la multitud, lo disfruta, pero también disfrutará de vivir en una ermita.
No puedes hacer infeliz a un solitario porque ha aprendido a vivir consigo mismo y a ser feliz consigo mismo. Solo, se basta...
Ser sanyasin significa que uno se basta a sí mismo, que no necesita a nadie, que no depende de nadie".
Osho, La semilla de la mostaza.

viernes, 18 de septiembre de 2015

"Los pensamientos curan más que los medicamentos"

Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar.
Por 
Montse Cano     




Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.
Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.
¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina? 
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!
La industria farmacéutica no quiere que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula?
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana
Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?
Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.
Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química
Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.
Y eso enlaza con la física cuántica.
Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres! 
La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.
  
  
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad? 
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

Fuente:
http://www.elcorreodelsol.com/articulo/los-pensamientos-curan-mas-que-los-medicamentos

martes, 15 de septiembre de 2015

La devoción de la risa


www.alexdelarisa.cl

 El tema es la risa,  una acción que muchas veces nos tienta, nos tumba o nos mata, una acción con la que también matamos y revivimos. Reímos cuando queremos desatender o infringir algo,  también reímos para afirmar,  celebrar y agradecer. La región donde estalla la risa siempre descubre  un  límite, sea su objeto  mezquino o noble, la risa se expande a través de fisuras, intersticios, alteraciones de lo esperado o supuesto. La risa penetra irónicamente la esencia de las cosas en tanto reveladora de esa otra posibilidad no permitida, resguardada, absurda o ridícula.     
 
Siempre está ligada a la verdad de alguna manera,  por ejemplo  como contrapartida de lo que se llama adecuación,  haciendo de espejo invertido, distorsionante, paradójico, conformándose como  una  disonante armonía. La risa estalla en el cuerpo, lo pone en movimiento, a veces desarmándolo o haciéndolo reventar, siempre compromete la sensualidad. Claro que también hay un sentido de inactividad asociado a la risa, como cuando se dice de algo: que está ahí, “muerto de  risa” o  “muriéndose de risa”, para expresar que está en  reposo, inactivo, sin embargo, podría decirse que su mayor actividad es la risa, que ríe de nuestro abandono u olvido, que ríe en silencio para que no lo descubramos y pueda seguir riendo, porque la risa se quiere y se contagia a sí misma.   
Los tres autores que inspiran este trabajo rescatan de la risa su fuerza transgresora,  su poder refutador de la experiencia ordinaria, su vocación liberadora y su disposición afirmante más allá del bien y del mal. Nietzsche subraya el carácter liberador y redentor de la risa,  George Bataille la piensa como  una de  las conductas soberanas del hombre, que  junto al éxtasis y la efusión poética, entre otras,  definen una existencia humana auténtica, en un  sentido de autenticidad que parece solidario al que Zaratustra proclama  en el  hombre superior. Ambas perspectivas  convergen a su vez en la literatura de Milan Kundera, quien por su parte distingue la risa de los angeles y la risa del diablo,  y entiende que la risa originariamente pertenece  al ámbito de lo malvado, al diablo, pues la risa nace del caos, del desorden y la subversión. 
La risa como virtud de hombres superiores  
Esta corona del que ríe, esta corona de rosas ¡a vosotros, hermanos míos, os arrojo esta corona! Yo he santificado el reír; vosotros hombres superiores, aprended - ¡a reír!   
Así habló Zaratustra                                                                   
Nietzsche trabaja en la figura de Zaratustra al evangelista que clama por  lo más próximo y fatalmente refutado en la tradición cultural platónico-cristiana dominante, me refiero al cuerpo, en última instancia, la tierra. En la búsqueda de trasmundos algunos hombres niegan el sentido de la tierra y este rechazo a lo más inmediato quiere llamarse virtud. Los fariseos contra los que Zaratustra predica son los detractores de la tierra,  la especie del superhombre no puede fortalecerse entre ellos. Platón había anatematizado en su República la risa olímpica,  pues la  consideraba  cercana a la desmesura y el descontrol, a la hybris,  así como un pésimo ejemplo para la formación de las jóvenes generaciones de ciudadanos atenienses, de ahí su encarnizada dialéctica contra este  impulso del alma apetitiva. Si no se sabe, debe aprenderse a reír, la risa es una virtud que puede aprehenderse, vocifera Zaratustra. Probablemente Platón se hubiera reído de Zaratustra y quizá lo hubiera considerado como un mercader de virtudes, así como pensaba que  los sofistas lo eran del saber. En un mítico encuentro, seguramente ambos, Nietzsche y Platón estallarían de risa al verse retratados en el inconcebible espejo del otro.  
Risa vs. Seriedad o la sabiduría de un pathos eufórico  
¡Olvidad, pues, el poner cara de atribulados y  toda tristeza plebeya!  
Así habló Zaratustra  
 “Pólemos es el padre de todas las cosas y el rey de todas...”, reza el fragmento  53 del filósofo del devenir. En una sentencia rica de sentidos,  Zaratustra afirma que “la  buena guerra es la que santifica toda causa”. Así como la posibilidad misma del arte nace del enfrentamiento de Apolo y Dionisos, el destino de los hombres del futuro, de los verdaderos hijos de Zaratustra depende de la conflictiva e inestable resolución de la guerra entre risa y seriedad. Los contrarios de alegría y risa -tristeza y seriedad- son para Zaratustra síntomas de decadencia que conforman la  variada especie de los últimos hombres,  cuyo rasgo distintivo reposa en última instancia, en un profundo y crónico desencanto del mundo. Zaratustra les reprocha que  no encuentren a su alrededor ningún motivo de risa. A su modo, también Sócrates se reía de estos hombres a los que  llamaba misántropos, los tenía por ignorantes de los asuntos humanos, pues  aborrecían el mundo porque habían encontrado con frecuencia hombres malvados. ¿Acaso la ironía socrática no trazuma una risa maliciosa y devastadora dispuesta a demoler toda presunta certeza? Estos misántropos son quizá la antigua  versión griega de los que en la caracterización de Nietzsche  defienden las tablas  de los eternos descontentos, los cansados del mundo, los perezosos, el conjunto de los que invitan  a rechazar el reino de la tierra. 
“Romper las viejas tablas” con la risa  
 Zaratustra afirma que no se mata con la cólera sino con la risa , anunciando al mismo tiempo que ha llegado la hora de  romper las ‘viejas tablas’, las escritas por toda especie de predicadores de la muerte;  para ello la risa es un arma  saludable y posible. 
¿De qué ríe Zaratustra? 
Ante todo de sí mismo porque  Zaratustra es la figura del gran despreciador, aquel que está dispuesto a  transvalorar  todo  valor, a reírse de sus propias máscaras; la risa de Zaratustra es universal como la duda cartesiana, pero lejos de conducir a lo constante y permanente, la risa lleva a lo desconocido. Zaratustra ríe de la  conciencia de los concienzudos y de los doctos,  aquellos ante quienes “todo pájaro yace desplumado”, el  ‘ansia de seguridad’ que late en todas las empresas de estos últimos hombres desespera al genio errante de Zaratustra. El espíritu de los hombres superiores aborrece de todo lo seguro y tranquilizador y expulsa como  fantasma de la mala conciencia eso que el docto llama ‘seguridad’. El ‘querer seguridad’ o la fuerza de una  voluntad asegurante,  conduce a la posición del fundamento, es decir, a un ámbito donde la violencia dirige al pensar1 . Muy por el contrario, la falta absoluta de estabilidad en la vida humana ‘libera los encantos de la risa’ . Zaratustra se ríe además de los piadosos y compasivos, para él la compasión provoca  autoestrangulamiento. El Dios cristiano, el más compasivo de todos,  murió por su propia compasión, su amor a los hombres lo mató. 
La risa en la estética del mal ¡Ríe aquí, ríe, luminosa y saludable maldad mía!  
Así habló Zaratustra  
Con la risa se muere y se mata, el profeta del ocaso desearía para sí una muerte de risa, como la que tuvieron los antiguos dioses al escuchar la postulación de un único Dios. Que la divinidad se reduzca a un único Dios, esa expresión de un ateísmo supremo es mortalmente risible. La risa supone una afirmación del mal, pero “santificado y absuelto en su propia bienaventuranza”. En consonancia con la óptica nietzscheana, Milan Kundera  piensa a la risa como alteración del orden que en cada caso se crea bueno, la risa aniquila y transforma la pesadez de todo objeto. Aristóteles enseña que en la  tragedia griega la acción catártica actúa a través del terror y la compasión,  la catarsis de la risa que celebra Zaratustra, en cambio,  salva a través de un movimiento placentero. Placer y dolor son presentados por  Nietzsche  como  máscaras de la voluntad; frente al dolor la voluntad quiere que el tiempo pase y no se detenga y frente al placer la voluntad siempre quiere más, quiere eternidad. 
La risa une como el Dios Eros 
Nietzsche piensa que en el horror y la alegría esenciales los hombres recuperan la fraternidad. Por su parte,  Bataille rescata de la risa el ser lazo de unidad social al mismo tiempo que  reverso irónico de los fundamentos de una comunidad. “Los que se ríen se transforman en conjunto como las olas del mar”, por su capacidad de generar comun-unidad, la risa está junto a la fiesta y el juego, los que a su vez pertenecen a la esfera del arte, es decir que la risa formaría un vínculo esencial con esa dimensión de la existencia humana que es portadora originaria de verdad. 
Risa y redención                                                               
Todas las cosas buenas ríen                            
Así habló Zaratustra  
Cuando la risa celebra porque es júbilo y agradecimiento libera a la voluntad en una incesante autoafirmación que es, al mismo tiempo, su interior necesidad: querer, querer siempre más. La experiencia de la risa auténtica reclama ante todo libertad, la virtud de no temerle al extremo de lo posible, dicho parafraseando a Bataille. Zaratustra ama a quienes no quieren preservarse a sí mismos, a los que declinan. Reírse de sí es una forma de no preservarse, de liberarse, hay pérdida del sí mismo en la risa de  sí . Esta sería una forma buena de la compasión, según Nietzsche, saber perderse a uno mismo. 
La risa como reverso del saber   
Zaratustra el que dice verdad, Zaratustra el que ríe verdad   
Así habló Zaratustra  
  
Frente a la satisfacción que brinda el pensar  especulativo y en oposición  a la identidad saber-verdad de corte hegeliano, Bataille  es uno de los tantos pensadores que trabajan la verdad  y la satisfacción en el no saber,  abonando de este modo  el  camino de la deconstrucción filosófica.  En su perspectiva el no-saber se reivindica como momento de  éxtasis y  la verdad se identifica con el no saber. Zaratustra impulsa la reivindicación de lo que no puede ser reducido al saber. La risa es, si se quiere, más pudorosa que el saber, ella puede mantener oculto lo que debe estar oculto. 
La risa como voluntad de nada. Risa y soberanía o la reivindicación de la insatisfacción. 
Bataille concibe la soberanía auténtica sólo como rebelión, no en el ejercicio del poder, “la auténtica soberanía rechaza”, también en la obra de Kundera habita este sentido de  soberanía. La risa tiene que ver con la soberanía en tanto rechaza lo  dado,  destruye o suspende momentáneamente el sentido para rehabilitarlo luego enriquecido. En la risa de los servidores del bien  -ángeles- Kundera retrata  la complacencia ante el orden social impuesto y pone en la risa del diablo la subversión de ese orden. Si la risa diabólica se origina en el desorden, las fracturas o intersticios de las redes del sentido, entonces  la risa de los ángeles equivaldría al gesto del último hombre que ‘parpadea’ en una actitud de afirmación indolente. 
Lo inagotable de la risa 
Hay risas que no tienen otro objeto que ellas mismas, risas que se generan a partir del derroche y contagio de sí mismas, en esto reside su carácter de gratuidad. La risa se multiplica, crece como un niño, excede los temas cómicos. La risa de la risa  evocaría  un camino semejante al que transita el eros platónico en su búsqueda de la belleza en sí, primero la risa ante lo particularmente risible, luego la risa bajo la que caerían  todas las cosas y finalmente la risa que se consagra a sí misma. Si la risa es un momento soberano, entonces también instaura un modo de aprehender la verdad;  como en la obra de arte, de la risa puede brotar lo verdadero. La acción de abrir una verdad y la capacidad de sublimación  relacionan a la risa y al arte estrechamente. Martin Heidegger mostró que la verdad del arte está en la inagotable plenitud  en que puede mostrarse y demorarnos lo que es, en la aparición resplandeciente del ente, para decirlo en una fórmula por supuesto escasa pero que permite subrayar el carácter iluminador con el que el filósofo piensa la obra de arte. Quizá lo más escandaloso de las tesis nietzscheanas, desarrolladas luego por la hermeneútica, sea la interpretación según la cual, la risa no es sólo un modo más de aprehender la verdad, sino un momento ineludible en la construcción de toda verdad. Acaso también la irrupción de la risa llevaría  a cabo una recuperación distorsionante del sentido, una ‘conversión’ quizá  cercana a la que piensa Gianni Váttimo en el  concepto de Verwindung acuñado por Heidegger, pues a su modo la risa es metáfora,  expresión de  un  sentido que se desplaza, que exhibe su propia negación, que se pierde y  se transforma;  un sentido que ha sido ‘llevado’,  ‘conducido’ a otra parte,  una metáfora que se celebra con el cuerpo y se traduce en un gesto de agradecimiento, efímero y siempre insatisfactorio, como todo lo que nos lleva en presencia de lo maravilloso. 
(*)  Mónica Giardina 
Introducción al  pensamiento científico CBC - UBA 
mng@arnet.com.ar


Fuente: http://www.unrc.edu.ar/publicar/21/tres.html




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viernes, 11 de septiembre de 2015

LA RISA EN EL ESPÍRITU TRÁGICO GRIEGO

En el origen de las creencias y mitologías predominantes de Occidente se situó el culto a los héroes a través de la seriedad de la tragedia griega, donde no hay lugar para el sentido del humor.

Una de las referencias a la risa más antiguas se encuentra en un fragmento atribuido a Heráclito(h.536 - h.470 a.C.) “No conviene ser tan ridículo hasta que tu mismo parezcas ridículo”.

En Grecia, en general, la risa fue entendida(McFadden)dentro de la conducta cómica, como unethos humano, tal como lo usaron Platón y Aristóteles.

La teoría de Platón (h. 428-347 a.C.) vinculada a la risa, desarrolla la idea de Sócrates: lo cómico genera un sentimiento mixto en el alma, en el que se funden el placer y el dolor. Lo ridículo consiste esencialmente en una negación del precepto conócete a ti mismo, lo que implica una carencia de autoconocimiento; propone tres maneras generales por las cuales las personas a pueden hacer el ridículo: por extravagancia, por vanidad personal o pensando que son más sabios de lo que realmente son. 
La risa debe ser limitada por la razón.

Aristóteles, cita a un amigo de Zenón que dice: “Sé alegre así puedes ser serio”. Otra sentencia proclamaba “Moderación en la risa y en el vino”. En la Retóricacitando a Gorgias, uno de los más famosos sofistas, refiere que este decía que “se debe matar la seriedad del oponente con las bromas y sus chistes con seriedad”. 
Aristóteles reconoce un principio estético en la risa, señala la diferencia entre la comedia injuriosa y la adecuada; lo risible es una subdivisión de lo feo, es como un defecto, malformación o fealdad, pero no lo relaciona con el sufrimiento como Platón. "Los que se exceden en sus gracias aparecen como bufones y vulgares, perseveran en sus chistes a toda costa, tratando más de provocar risa que de decir lo correcto y evitar sufrimiento a sus víctimas. Pero aquellos que no dicen nunca cosas graciosas y que se fastidian con quienes lo hacen parecen ser salvajes y rígidos. Mas aquellos cuyos chistes son de buen gusto son llamados ingeniosos por ser inteligentes y vivaces.”

En su Ética a Nicómaco, un análisis de la relación del carácter, la virtud y la inteligencia con la felicidad, en la que se basa la ética occidental y el emsnaje bíblico judeocristiano. En ella dice que lo serio era lo rector de la vida y que lo cómico constituía una deficiencia moral o estética, que la mayoría de las personas experimentan más placer del debido en la diversión y las bromas, y que éstas son una forma de injuria, que los legisladores debieran prohibir. “Ahora bien,la risa es una forma de engaño y desconcierto lo que nos coge desprevenidos tiende a engañarnos, y esto es también lo que origina la risa” La ironía para Aristóteles tendría un aspecto despreciativo y otro útil, él conocía el valor que el humor y la risa tenían en la oratoria, sabía que podía conquistar y provocar pasiones. 
En su “Poética”, donde se propuso definir las características de la tragedia, terminó diciendo que lo que incitaba a la risa era lo “feo y deforme”. Los griegos descubrieron reírse a costa de los defectos ajenos.

Frente a este espíritu trágico, cabe destacar a Aristófanes(h.445-h.386 a.C.), escritor de comedias y maestro de la cultuara cómica popular.
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Fuente: http://clownludens.blogspot.cl/2009/01/risa-carnavalesca.html

jueves, 10 de septiembre de 2015

LA VIDA COMIENZA CON LA RISA DE AFRODITA: UNA HISTORIA DE NUNCA ACABAR


La historia del amor y de la risa es la historia de la ‘vida de la Vida’. No tiene principio ni tampoco fin. Es algo tan sagrado y constante como la mismísima Santísima Trinidad. Meister Eckhart lo dijo en la Edad Media con estas palabras:
Cuando Dios le ríe al alma y el alma le responde con su risa a Dios, se engendran las personas de la Trinidad. Hablando en hipérbole, cuando el Padre le ríe al Hijo y el Hijo le responde riendo al Padre, esa risa causa placer, ese placer causa alegría, esa alegría engendra amor y ese amor crea a las personas de las cuales una es el Espíritu Santo (Fromm, 2002: 118).
En nuestra particular historia el amor y la risa cumplen la función de la gozosa descolonización como liberación de las ataduras del Yo individualista y posesivo. En términos lingüísticos, consiste en la ‘des-impostación’ de la voz, la voz del dios o de la diosa ‘agelastos’ [no-risueños], la Atenea que inspiró con la razón y la fuerza la República de Chile durante los siglos XIX y XX. El pueblo no tuvo que ver con esta impostación de la voz (Salinas, 2006e). La descolonización a nivel del lenguaje fue la liberadora propuesta de Nicanor Parra con su risa antipoética:
En la antipoesía..., la risa carnavalesca suplanta la lengua tartamuda de nuestros grandes poetas..: el antipoeta se ríe de los premios, de los símbolos de la gloria y del poder, de los demás y de sí mismo. Esta relación burlesca [...] funciona como un mecanismo de ‘desimpostación’ de la voz literaria. No hay duda que hasta Parra predominaba la voz impostada que se traducía en un lenguaje sublimado y, por sobre todo, en una deificación del yo, como sucedía en Huidobro y en Neruda. La fusión de los contrarios, es decir, el rompimiento de la barrera que la cultura occidental ha colocado entre el sujeto y el objeto, el significante y significado, el principio de placer y el principio de realidad, se manifiesta, en el discurso, en la desconstrucción de los lenguajes cerrados que postulan siempre la diferencia. Desde el epígrafe el discurso niega tal separación: ‘Nos salvamos juntos o nos hundimos separados”... (Rodríguez, 1996: 23, 39-40).
Añade Rodríguez:
La desconstrucción, mediante la burla y el humor, de las oposiciones que recorren el lenguaje dominante (cerrado y acrítico) rechaza el maniqueísmo de la modernidad que engendra esa mentalidad guerrera y militante que descalifica y procura la destrucción de lo diferente, del otro; diferencia pensada siempre a partir de una identidad fija elaborada por la cultura central euronorteamericana.

N. Parra
La cultura cómica popular ha sabido esto desde siempre. Más aún, sabe que al fin, o al principio, la risa de Afrodita –‘animación’ cómica y erótica del mundo– inaugura el habla humana, el lenguaje vitalmente amoroso entre un Yo y un Tú:
Bueno, me dijo, y se rió
con gusto y con alegría,
es señas que le gustó
como volvió al otro día.

Más de un año que la seguía
sin poder hablar con ella
porque a esta cabra doncella
la cuidaban noche y día;
y de que yo la quería
ella al punto lo notó,
por fin la ocasión llegó
debajo de unos retamos
y cuando le dije ¿vamos?
Bueno, me dijo y se rió.
Partimos abrazaditos
hacia una loma cercana,
yo contento, ella galana,
de la mano tomaditos;
cantaban los pajaritos
con solemne algarabía
y ya al promediar el día
llegamos a los cerezos
y allí nos dimos un beso
con gusto y con alegría.
Nos quedamos platicando
respecto a nuestra amistá
y a veces bien colorá
la sorprendí yo temblando;
un guaso que iba pasando
con picardía miró
y cuando a ella la vio
que me abrazaba tupido
me dijo el guaso al oído
¡es señas que le gustó!
Yo no llevé ni en los tacos
al guaso de moledera
pero pensé de manera
en lo que dijo el bellaco;
agora la cuenta saco
que mucha razón tenía,
y tuve mucha alegría
al descubrir con agrado
que debe haberle gustado
como volvió al otro día.
     (Fuenzalida, 1969)
Volvamos nuevamente a empezar. Podemos decir con Nicanor Parra: “Salvo la Venus de Milo todos los documentos se vinieron abajo” (Parra: 2006, I, 905). Afrodita, como diosa que ríe, es la mujer que rompe, más que nadie, con todas las barreras conscientes e inconscientes: “Las mujeres, excluidas de las enciclopedias del ‘principio esperanza’, olvidadas en los repertorios de figuras literarias utópicas, son los paradigmas por excelencia de la ‘superación humana de las barreras’” (Alonso et al., 2005: 49).

Fuente: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-04622007000100002

martes, 8 de septiembre de 2015

Risoterapia septiembre

(

Amigas y amigos 
tengo el gusto de invitarnos a nuestra sesión de risoterapia del mes de  Septiembre

Cuando: Viernes 25 de Septembre
hora: 19:30 hrs.
Donde :Avenida España 502
$: Aporte voluntario
inscripciones: alexlavinmolina@hotmail.com 

www.alexdelarisa.cl