jueves, 31 de julio de 2014

La Psicología comunitaria en Chile.

Regresando a Santiago, esperando la salida de mí bus que me traerá de regreso a la capital, más que sorprenderme me duele la cantidad de niños que pedían dinero a esas horas de la noche, una y otra vez, con el cada vez más agresivo rechazo de los pasajeros en tránsito y transeúntes del rodoviario.
En Chile desde los años 60, la psicología comunitaria ha estado ligada  al asistencialismo ligada a grupos específicos en riesgo social, sin embargo al parecer a aquellos niños de Talca, no llegaba este asistencialismo o políticas sociales. Los transeúntes conocían el nombre de los niños, su procedencia y rutinas. Tendríamos que indagar más acerca del trabajo de las instituciones locales para dar una opinión clara del trabajo que se realiza con aquellos niños, lo cierto es que esa noche los niños dormirán en la calle y no era la primera.
Las políticas públicas han sido orientadas a crear igualdad de desarrollo, pero a niveles muy básicos, es un gran paso que todas las comunidades o que la gran mayoría de las comunidades hoy cuenten con agua potable y servicio de alcantarillado, elementos que para una parte importante del planeta son un lujo. No obstante si Chile se jacta de su desarrollo económico, es el momento de dar un salto cualitativo a igualar otras posibilidades de desarrollo como por ejemplo el académico, una política de educación de calidad y gratuita se hace urgente en el ámbito de igualdad de oportunidades, ya que las necesidades no son solo de carácter material, también existen las de desarrollo humano, las que han sido dejada de lado durante el desarrollo de la psicología comunitaria en Chile.
Los niños que circulan por las calles de Talca, no son los únicos carenciados socialmente. Como bien se sabe, existen ciertos estándares técnicos de pobreza, pero ¿Qué pasaría si cambiáramos los estándares realizados por los técnicos? Y dentro de aquellas mediciones fueran incluidas no solo aquellas personas en situación de calle si no que también a aquellos trabajadores sin contrato, sin derecho a salud, a las y los trabajadores que tienen media hora para almorzar de pie en un lugar sucio, e indagamos en otras carencias menos asumidas socialmente, esos estándares de calidad variarían notablemente.
Lo anteriormente señalado, quizás tiene que ver con un problema plenamente psicológico, que es la incapacidad de introspección, esa capacidad de mirarse, analizarse conscientemente sin el ego intrínseco de verse por sobre otros para así satisfacer una necesidad competitiva y la vez triunfadora.
Como hemos visto son muchas las necesidades que las políticas públicas no han resuelto, a pesar de los pequeños avances que se han logrado aún hay chicos que viven en la calle y personas que mueren en un hospital esperando por ser atendidos. La educación, tiene que ser un pilar básico en cualquier política pública, debe ser de calidad,  gratuita y crear ciudadanos con sensibilidad social, cooperativa y no competitiva como los ha creado hasta hoy.
Mientras que desde la psicología, los psicólogos comunitarios no podemos ser simples observadores del proceso social y político, debemos ser entes activos y trasformadores de la sociedad, no solo entregando herramientas para la participación social, lo que conllevara una mejora en la salud mental, sino que también desde una mirada crítica a las políticas públicas de desarrollo social.
Además no nos podemos quedar solo en la crítica, debemos construir instancias de participación y cambio social, desde la creación de talleres, pichangas, coros musicales o cualquier otro elemento integrador. No podemos esperar a los fondos venidos del gobierno de turno, hay que generar espacios desde la autonomía, si estos fondos publico llegan algún día muy bien y si no llegan que siga la fiesta y nosotros seguimos creando redes de apoyo social desde lo más intimo, la amistad o un poema que leemos en conjunto, ya que a una persona que se le trasforma su vida, es un mundo que se trasforma.

 


jueves, 24 de julio de 2014

Diferencias entre grupo focal y grupo de discucion



Grupo focal
Grupo de discusión
-Carácter positivista


-Practico

- Directivo ( Focalizado)

-Es un estimulo para la obtención de una respuesta focal



-El preceptor debe conocer técnicamente lo que está haciendo cuando dinamiza un grupo

-centra su atención en la tarea grupal objeto de sus observaciones



-El preceptor hace hablar al grupo

-lo que busca y recoge es precisamente el discurso del grupo propiamente dicho.


- Recoge información

-Trabaja con contenidos

-Utiliza la cooperación de los reunidos para llevar a cabo una tarea ya consensuada

- Importancia en la reactividad ( efectos)

-Reformista


-Utilizado para el análisis de la interpretación de la dimensión normativa social y dimensión simbólica de los procesos sociales
-denominación de origen hispanoamericano (carácter crítico)

-Inconsistente en la practica

- Menos directivo (Flexible)

- Es una respuesta  producto de los estímulos que generan las respuestas del grupo y a partir de las cuales el preceptor dirige la reunión.

-La técnica consiste en llegar a re-conocer


-Centra su atención sobre la misma técnica que “sujeta al grupo”, demostrando así la parte más reflexiva y critica que asume la propia técnica consigo misma

- El preceptor deja hablar al grupo

- Pretende delimitar y abrir espacios donde situar al observador en espera de discurso grupal.

-Extrae información

-Trabaja con contingentes

-Acaba donde el FC comienza


-Importancia en la transferencia

-revolucionario


-Utilizado para el análisis del conocimiento de la dimensión normativa social y de los productos sociales.

jueves, 10 de julio de 2014

El pensamiento positivo, un método muy pobre

La técnica del pensamiento positivo no es una técnica que te transforma. Simplemente es reprimir los aspectos negativos de tu personalidad. Es un método de elección. No puede ayudar a tu consciencia; va en contra de la consciencia. La consciencia siempre está sin escoger.
El Pensamiento Positivo significa simplemente empujar lo negativo en el inconsciente y condicionar la mente consciente con pensamientos positivos. Pero el problema está en que el inconsciente es mucho más poderoso, nueve veces más poderoso que la mente consciente. Así que si una cosa se vuelve inconsciente, se vuelve nueve veces más poderosa de lo que fue antes. Puede que no se muestre de la manera antigua, pero encontrará nuevas maneras de expresarse.
Por lo tanto, el pensamiento positivo es un método muy pobre, sin ningún entendimiento profundo, y continúa dándote ideas incorrectas sobre ti.
…el Pensamiento Positivo viene de la Ciencia Cristiana. Ahora se habla más de forma filosófica, pero la base sigue siendo la misma – que si piensas negativamente, eso te va a pasar a ti; si piensas positivamente, eso te va a pasar a ti. Y en Estados Unidos, ese tipo de literatura es muy leída. En ningún otro lugar del mundo el Pensamiento Positivo ha tenido algún impacto – debido a que es infantil.
“Piense y Hágase Rico” – todo el mundo sabe que es simple tontería. Y es dañino, y peligroso también.
Las ideas negativas de tu mente tienen que ser liberadas, no reprimidas por las ideas positivas. Tienes que crear una consciencia la cual no sea positiva ni negativa. Es será la consciencia pura.
En esa consciencia pura, vivirás la vida más natural y dichosa.
Si reprimes alguna idea negativa porque te está hiriendo… Por ejemplo: si estás molesto, y lo reprimes e intentas hacer un esfuerzo para cambiar la energía en algo positivo – sentir amor hacia la persona por el cual has estado sintiendo enojo, sentir compasión – sabes que te estás engañando a ti mismo.
En el fondo aún hay ira; es sólo que lo estás encubriendo. En la superficie puede que sonrías, pero tu sonrisa solo se limitará a tus labios. Será un ejercicio de los labios; no estará conectado contigo, con tu corazón, con tu ser. Entre tu sonrisa y tu corazón, tú mismo has puesto una gran barrera – el sentimiento negativo que has reprimido.
Y no es un solo sentimiento; en la vida tú tienes miles de sentimientos negativos. No te gusta una persona, no te gusta muchas cosas; no te gustas a ti mismo, no te gusta la situación en la que estás. Todo esta basura se junta en tu inconsciente, y en la superficie nace un hipócrita, que dice, “Yo amo a todo el mundo, el amor es la clave de la bienaventuranza.” Pero no puedes ver ninguna felicidad en la vida de esa persona. Él está cargando todo el infierno dentro de sí mismo.
Él puede engañar a otros, y si él continúa engañando lo suficiente, puede engañarse a sí mismo también. Pero no será un cambio. Simplemente está desperdiciando la vida – que es inmensamente valiosa porque no la puedes recuperar.
El Pensamiento Positivo no es más que la filosofía de la hipocrecía – como para darle el nombre correcto. Cuando tienes ganas de llorar, te enseña a sonreír. Puedes arreglártelas si lo intentas, pero esas lágrimas reprimidas saldrán en algún momento, en alguna situación. La represión tiene un límite. Y la canción que estabas cantando no tenía ningún significado en absoluto; no la estabas sintiendo, no nacía de tu corazón.
Solo era porque la filosofía dice que siempre hay que escoger lo positivo.
Estoy absolutamente en contra del Pensamiento Positivo. Te sorprenderá saber que si no eliges, si permaneces en una consciencia sin elección, tu vida empezará a expresar algo que está más allá de lo positivo y lo negativo, que es más alto que los dos. Por lo que no vas a ser un perdedor. No será positivo, no será negativo, será existencial.
Osho, The Transmission of the Lamp, Ch 36

martes, 1 de julio de 2014

Tu vida debe ser un juego

Los deportes están muy bien, y se debería animar a los adolescentes a que no sean sólo observadores de los jugadores, sino que también participen. Lo que sucede es que hay miles de personas que solamente miran, y sólo unos cuantos profesionales juegan. Esta situación no es buena. Deberían participar todos los adolescentes porque les va a proporcionar salud física, un cierto tipo de agilidad, una cierta inteligencia, y es perfecto para los jóvenes.
Pero ser sólo un observador y además delante de un televisor no está bien. No está bien pasarse cinco o seis horas pegado a la silla delante del televisor mirando a otros jugar al fútbol o cualquier otro deporte. No te hace crecer. Al contrario, esto te convierte en un extraño en todo, nunca en un participante, cuando es muy necesario ser un participante, estar implicado, comprometido.
De vez en cuando está bien ver jugar a los expertos, para aprender, pero sólo para aprender; de otro modo, todo el mundo debería estar en las canchas. No veo cuál es el problema. Los jóvenes deberían jugar; también deberían jugar las gentes mayores, si encuentran tiempo. Incluso los jubilados deberían jugar, aquellos que quieran vivir un poco más. Deberíamos encontrar juegos para cada grupo de edad de modo que todo el mundo se dedicase a jugar durante toda su vida, de acuerdo con su edad y de acuerdo con su fuerza. Pero la vida debería ser un deporte.
El deporte tiene algo muy hermoso que me gustaría que recordaran: te enseña que no importa si sales derrotado o si sales victorioso. Lo que importa es que juegues bien, que juegues totalmente, que juegues intensamente, que lo des todo y no te guardes nada. Eso es deportividad. Los otros pueden salir victoriosos, no hay celos; puedes felicitarlos y puedes celebrar su victoria. Lo único que se necesita es que no te guardes nada, que pongas en ello todas tus energías.
Osho, de El Libro del Niño