En un momento de crisis es importante sacar todas las armas posibles para mejorar el ánimo y nuestra salud. La risa es una de las más potentes pero también la más cobarde. ¿Cómo podemos sacarla a relucir si no tenemos ganas de reír?
No se trata de minimizar el impacto que tal realidad implica, ni de acudir a la burla ante irreparables daños de toda índole, sino de soportar la tensión de la mejor manera posible: nos une la risa, nos dispara las reservas de endorfinas, nos relaja durante el mínimo tiempo que dura una sonrisa y, en el mejor de los casos, la risa compartida nos mantiene amablemente cercanos.
La risa es un gran aliado para la salud. La risa está considerada como uno de los mejores remedios naturales que ayuda a mantener, tanto para el bienestar corporal, como el mental. 
Mira todo lo que logras al reír:
– El córtex del cerebro se activa y libera impulsos eléctricos tan solo un segundo después de empezar a reír.
– Los niveles de cortisol disminuyen al reírse. El cortisol es la llamada hormona del estrés.
– Los adultos se ríen entre 15 y 100 veces al día y los niños más de 300.
– Una carcajada activa decenas de músculos de todo el cuerpo.
– Las lágrimas que produce la risa limpian e hidratan los ojos.
– Cuando uno se ríe descansa la mente ya que no se puede pensar a la vez.
– Las carcajadas ayudan a conciliar mejor el sueño.
– Con la risa ayudamos a oxigenar mejor nuestro organismo, ya que con la risa respiramos el doble de oxígeno.
-La risa ayuda a mejorar nuestras relaciones sociales y a generar optimismo. ¡Hace felices a los demás y a nosotros mismos!
– La risa levanta el ánimo y actúa como un analgésico natural.
– La risa refuerza el sistema inmune: aumentan las inmunoglobulinas y los linfocitos.
– También contribuye a relativizar la realidad. La mayoría de problemas no son tan graves como parecen si los afrontas con buen humor.
– Por último, la risa mejor el autoestima. ¡Reírnos a carcajadas nos hace perder el sentido del ridículo!
EJERCICIOS PARA PROVOCAR LA RISA
Los recuerdos son una gran fuente de risa. Cuando consigues recordar el motivo que la provocó, puedes caer de nuevo en aquellas carcajadas que se retroalimentaban entonces.
Utiliza un espejo y haz todo tipo de muecas, mueve tu mandíbula en todos los sentidos así como la lengua, los ojos, la nariz, los pómulos, las orejas, el entrecejo, frunce el ceño, abre bien tu cara. Expresa diferentes emociones: sorpresa, miedo, vergüenza, amor, entusiasmo, enfado, ira, pasión, indignación, alegría, inocencia, timidez, valentía, fortaleza, debilidad, etc…. Crea todo tipo de sensaciones y exprésalas al espejo… Esto te aportará relajación mental, emocional y física, al mover únicamente nuestros músculos faciales, liberamos toda la carga que soporta nuestro organismo, por poner un ejemplo, aliviamos agresividad reprimida, tensiones acumuladas y malestar general y te reirás de ti mismo.
Cierra tus ojos, simplemente sonríe con todo tu cuerpo, no hagas ningún sonido, siente de adentro tu risa y déjala que vaya saliendo hacia fuera, entonces, empieza a reírte de forma exagerada, como si no tuvieses ganas pero finalmente te ríes, suele ser una risa fingida y fea, pero no importa, a veces al provocar esas risas te invita a sacar tu risa franca, sólo es necesario empezar y verás…
Para hacer en la casa sólo o en familia. Cada mañana, al levantarte, siéntese cómodamente con la espalda recta, y dedícate a reír sin ningún motivo especial durante un par de minutos
Buena vida por siempre, practique la risa
Alexander Lavín Molina
Psicólogo
www.alexdelarisa.cl