Alexander lavin: Experiencias de asistentes a risaterapia

sábado, 10 de mayo de 2014

Experiencias de asistentes a risaterapia

Los talleres de risa, terapias de la risa, risaterapia o risoterapia, o como gusten llamarlos, se han convertido en algo más que un lugar donde reír. Poco a poco han ganado un espacio en la vida de muchas personas, y se han convertido y transformado en algo más importante que un espacio terapéutico, o donde voy a ver si me hacen reír o no. Aquí compartimos algunas experiencias de algunos participantes.

argarita, quien asiste a diversos talleres de risaterapia hace tres años nos relata; “en la risoterapia de Alex de la Risa, vuelvo a ser niña de nuevo, vibro con las risas de mis compañeros y no puedo parar de reír. Eso aquieta mi mente, calma mi espíritu y en esos momentos, olvido completamente los problemas del día. Sin duda es una gran terapia que recomendaría a todos.”

Por otra parte, la psicóloga colombiana Ana María Gutiérrez nos comenta; “para mi la risoterapia ha sido una experiencia de conocimiento personal. Llegué pensando que era una práctica fácil debido a que río continuamente, pero me di cuenta en el camino que reír es el vehículo para conocerme a mi misma. Fui notando algunas formas de comportarme y entendiendo desde un nivel más profundo de dónde emergían.

A medida que fueron pasando las sesiones fuimos explorando parte de quién somos, de nuestro pasado y nuestros vínculos. Me volví más flexible mientras vi cambios emocionales y de comportamiento en el grupo al que asisto. Fui conectando con mi risa y por ende conmigo misma.

Las sesiones son dinámicas, divertidas, contagiosas y rápidas. A nivel físico me ayudado a disminuir el estrés del día a día, a contagiarme de buena energía y a respirar mejor cuando práctico un deporte. Lo bueno es que es útil para todos. No tiene contradicciones y, al menos yo y las personas que han asistido conmigo, no hemos parado de reír. Mis acompañantes siempre se han divertido más de lo que imaginaban.”

Mientras que Luz Eliana Celis, también participante asidua nos cuenta que “hace algunos meses, en una hermosa tarde de verano de principios de diciembre del 2013, llegué a un Taller de la Risa, dirigido por Alexander Lavín. Al comenzar la reunión, donde todos los asistentes participábamos en diferentes actividades lúdicas, inventábamos risas y realizábamos ingeniosos juegos que nos causaban gran hilaridad, al ver las cómicas expresiones de nuestros compañeros de taller, justo en esos momentos, comencé a sentir un gran bienestar, tanto físico como emocional, al reír a pleno pulmón, con estridentes carcajadas que me liberaban de esa tensión emocional que es tan común en la actualidad, en el acelerado mundo en que vivimos. En enero de este año, asistí puntualmente a las reuniones de Risaterapia que se realizaban cada día jueves, pues percibí claramente que, además de entretenerme, me hacían mucho bien en cuanto a mi salud integral.

Además, allí conocí a personas encantadoras, hombres y mujeres de diferentes edades con quienes, al reír juntos, inevitablemente creamos una armoniosa relación de amistad. Lo único que lamento es que estas reuniones se realizan actualmente sólo una vez al mes. Yo desearía que fueran más frecuentes; por ejemplo, cada quince días o, mejor aún, cada semana. Pero aún cuando se realicen con poca frecuencia, asistir al Taller de Risaterapia significa una gran alegría para mí.”

Por su parte el psicólogo educacional, Matías Olivares señala que ”para mi la risoterapia ha sido un espacio para descargar tensiones, para liberar el espíritu y ataduras, y dejar por una hora liberar y fluir la mente sin importar el que dirán, o que pensará el otro. Es un momento en que se pasa bien, se trata al menos de olvidar las penas y preocupaciones, es una descarga de endorfinas, así como lo es el hacer deportes. He conocido buenas personas y ese es otro punto que también agradezco.”

Como pueden leer, cada experiencia es única e irrepetible, pero sin duda la mejor experiencia que se puede tener es la que uno vive, la que tú tienes que vivir. Por esta razón, los invito a participar en los talleres y sesiones de risaterapia.