viernes, 13 de septiembre de 2019

Técnica Alexander

La técnica Alexander “se basa en preparar el cuerpo para el movimiento desde la distensión. Luego, la premisa es relajar antes de actuar”. Fuente: Xavier Ortiz, actor español y profesor de la Técnica Alexander.


 
Una reeducación postural
 
La profesora de Técnica Alexander y docente de la Escuela de Danza y Coreografía de la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (UNIACC), Nancy Vásquez, cuenta que si bien hoy este método es aplicado en muchas escuelas de formación artística, también es posible contar con sus beneficios a través de clases que se desarrollan con niños, embarazadas y personas de la tercera edad, entre otros.
La idea aquí es trabajar sobre los malos hábitos que la mayoría de las personas tenemos. Algunos de ellos son descritos por Frederick Alexander y refrescados por Nancy quien manifiesta que entre los más comunes está el llevar la cabeza hacia atrás – acortando la parte trasera del cuello – estando sentado, al pararse o sentarse.
Esto, explica, hace que la relación entre el cuello y la columna no sea óptima porque finalmente habrá un colapso tanto de la estructura del cuello como del llamado plexo solar o parte baja del esternón. “Es un esfuerzo extra que se está poniendo en ciertas zonas de la columna y que hace que el cuerpo se vaya fijando en una determinada (y mala) postura”, añade.
Con el paso del tiempo, aquellos malos hábitos serán inicio de dolores crónicos como los que muchos sufren en el cuello y los hombros; también con padecimientos como el lumbago y la inflamación del sistema digestivo; una errónea forma de respirar, mala circulación y una contracción diaria de los músculos, entre otros. Todo esto, sin que nos demos cuenta.
Para la docente, la técnica Alexander se trata de “un trabajo de reeducación postural y del uso de uno mismo, donde no se entiende a la postura como algo rígido y estático, sino como algo dinámico que va cambiando de acuerdo a cada actividad que se desarrolla día a día”, explica.
Entonces, lo relevante aquí es optimizar los recursos en el movimiento, es decir “aprovechar las ventajas mecánicas de las estructuras del cuerpo”, llevando a cabo de esta manera, actividades bajo el mínimo esfuerzo y no exigiendo más de la cuenta a cada una de esas estructuras. “La unidad básica es que la respiración sea lo más óptima posible en cualquier acción que se lleva a cabo”, agrega.


tra de las ideas importantes de este método es lograr que la persona esté consciente de su cuerpo y de las tareas que se le van asignando, es decir, aquí la pasividad y la poca participación no son bienvenidas.
Al respecto, Nancy Vásquez dice que “éste no es un trabajo sólo de manipulación, donde la persona se deja hacer, tal como en un masaje. Aquí es importante que la gente participe, opine y explique qué es lo que va sintiendo para así ir profundizando en la conciencia corporal”, sentencia.
Para la profesora, el trabajo es muy simple y básicamente se trata de realizar actividades relacionadas con la vida diaria, tales como estar sentado, pararse de una silla, caminar, estar de pie, ponerse en cuclillas, entre otros, además de la “disociación de las distintas partes del cuerpo”, menciona.
Y como siempre estamos en proceso de cambio, es importante saber que la técnica Alexander sí funciona como una terapia complementaria. Sin embargo, este trabajo sólo rendirá en la medida en que el estudiante o paciente, aplique lo que va aprendiendo. “Si no lo hace, volverá a la conducta anterior”, asegura Nancy





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