martes, 2 de junio de 2015

confianza

La creencia es una necesidad muy profundamente arraigada en la gente. ¿Por qué es una necesidad tan profundamente arraigada? Porque sin creencia todo te parece un caos; sin creencia no sabes por qué existes; sin creencia no puedes ver ningún significado en la vida. No parece que tenga sentido alguno. Te sientes como un accidente, sientes que no hay ninguna razón para que estés aquí. Sin creencia, surge la pregunta: ¿Por qué existes? ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Adónde vas? Y no hay ni una sola respuesta; sin creencia no hay respuesta. Uno se siente como si no tuviera sentido alguno, un accidente en la existencia, absolutamente innecesario, no indispensable. Te morirás y no le importará a nadie; todo continuará. Sientes que te falta algo, un contacto con la realidad, una creencia. Para eso están las religiones: para proporcionar creencias, porque la gente las necesita.
Una persona sin creencia tiene que ser muy, muy valiente. Vivir sin creencia es vivir en lo desconocido, vivir sin creencia es una gran osadía. Es algo que la gente corriente no se puede permitir. Con demasiada osadía entra la angustia, se crea ansiedad. Esto es algo de lo que hay que tomar nota: la persona realmente religiosa no tiene creencia. Tiene confianza, pero no creencia, y entre estas dos cosas hay una enorme diferencia.
La creencia es intelectual. Es algo que tú necesitas, por eso la tienes. Existe porque tú no puedes vivir sin ella. La creencia te da un sustento con el que vivir; te da cierto significado, falso no obstante; te da un cierto estilo de vida, una forma de moverse, una dirección. Te hace sentir que estás en la autopista, no perdido en el bosque. La creencia te da cierta comodidad, hay más creyentes como tú; te haces parte de la masa. Y entonces no necesitas pensar por ti mismo, entonces ya no eres responsable de tu propio ser ni de lo que haces. Entonces puedes pasar la responsabilidad a la masa.
La confianza es algo completamente diferente. La confianza no es un concepto intelectual. La confianza es una cualidad del corazón, no de la cabeza. La creencia es un puente entre el individuo y la masa, y la confianza es un puente entre el individuo y el cosmos. La confianza siempre es en Dios, y cuando digo “Dios”, no me estoy refiriendo a ninguna creencia en Dios. Cuando digo Dios, simplemente me estoy refiriendo al Todo.
Osho

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