Una calurosa tarde de noviembre nos disponíamos a ver a una pobre familia muy carente de recursos económicos no así espirituales. la comitiva improvisada la componíamos un comunista acérrimo, una moralista de aquellas y yo.
Al terminar la labor de ayudar, no recuerdo cual fue la ayuda especifica, nos ofrecieron un jugo en unos jarros de aluminio a lo que mis acompañantes se negaron agradeciendo el gesto. yo con mi sed y gusto por el jugo en caja, pedí incluso repetición.
Ya en el camino de regreso el conductor decide parar a comprar un jugo ya que tenia sed. yo pregunto ¿Por qué no tomaron jugo?.. la respuesta fue categórica nos dio asco tomar jugo en ese lugar.
Así con el pueblo...
Así con la bondad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario