miércoles, 15 de mayo de 2013

La falsa sabiduría


Todos los problemas del mundo se deben a las mentes que se han convertido en estanques. De lo contrario, en el mundo sólo habría gente, nadie sería cristiano, hindú, musulmán ni jainista. Sólo son etiquetas para los estanques. El estanque se etiqueta a sí mismo, se pone la etiqueta del pozo del que extrae el agua, alguien extrae agua del Gita y es hindú; otro extrae agua del Corán y es musulmán.
La persona consciente no extrae agua de los demás, el agua sale de su interior. Sale de la existencia, por eso no puede ser hindú ni musulmán ni cristiano. La persona consciente no puede pertenecer a una secta, pero los eruditos no pueden vivir sin una secta. Siempre que haya un erudito pertenecerá a alguna secta.
Has convertido a tu mente en algo rancio, prestado, y después te aferras a ella. Un estanque grita: «iNo me quites el agua! Si te llevas el agua me quedaré vacío, me quedaré sin nada. Mi caudal es prestado, nadie debe llevárselo».
Un caudal que disminuye cuando se utiliza siempre es un caudal prestado y falso y el caudal que aumenta cuando se utiliza es verdadero. Sólo la riqueza que aumenta al compartirla es verdadera riqueza. Si disminuye cuando se comparte, entonces no es riqueza. Y del mismo modo, quien teme que desaparezca su riqueza al compartirla tiene que cuidar mucho de ella. La riqueza prestada es un problema. Como nunca es verdadera, surge el miedo de que desaparezca y te aferras a ella con más fuerza. Te aferras a tus pensamientos. Te importan más que tu propia vida. Toda esa basura que has acumulado en tu mente no está ahí por casualidad: tú lo has decidido, tú la has acumulado y estás ocupándote de ella.
Si crees que la sabiduría surge por la acumulación de pensamientos, nunca serás capaz de librarte de ellos: ¿Cómo te vas a librar? Es como regar las raíces y cortar las hojas, es imposible.
La primera cuestión fundamental que hay que comprender es que la sabiduría y tu colección de pensamientos son dos cosas distintas. Los pensamientos adquiridos o prestados no son sabiduría. Los pensamientos tomados de otras fuentes no conducen al hombre a la verdad o a sí mismo. Esta sabiduría es falsa. Te crean la ilusión de que has alcanzado la sabiduría, pero en realidad no sabes nada, sigues siendo ignorante.
Es la misma situación de alguien que ha leído muchos libros sobre natación que podría dar una conferencia sobre natación, pero si alguien le empuja al agua es evidente que no sabe nadar. Ha leído y ha aprendido todo sobre el tema, sabe la teoría pero en la práctica no sabe nadar.
Osho

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