La risa no sólo es el movimiento de 400 músculos que representa la intención máxima de alegría, si no que también hace algunos años es una terapia muy efectiva tanto para personas que son muy buenas para reír, como para personas que fruncen el ceño algo más rápido.
Es importante tener claro que una terapia de risa, no es un show de humor. Por lo tanto, no se cuentan chistes ni hay payasitos que nos hagan reír. La terapia de risa es una actividad vivencial se habla muy poco, se juega bastante y sobretodo se ríe mucho.
Se realizan diferentes actividades como ejercicios de respiración, pantomima, juegos infantiles, meditaciones activas, entre otras cosas delirantes. Una persona guía la actividad y los participantes poco a poco se empiezan a soltar y las risas sanadoras fluyen por si sola.
No es necesario tener buen humor, ni ser una persona “graciosa”, aquí lo que importa ex la experiencia, es la recuperación de la risa de cada una de las personas, de rescatar el lado alegre, creativo y amoroso de los participantes.
La idea de la terapia de risa, es que utilicemos la risa como camino de sanación o prevención y que la utilicemos cada vez que lo consideremos necesario, y no dependamos de un agente externo que nos “haga” reír.
Con el paso del tiempo la risa es cada vez mas escasa, pero cuando somos adultos también podemos reír como niños. No esta de más probar esta terapia, pasaremos un buen momento y mejoraremos nuestra salud, ya que la risa no tiene contraindicaciones.
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