La capacidad de pensar tiene más de una dimensión y el profesor Berger (autor de una obra de referencia en este ámbito: La risa redentora, Barcelona: Kairós.) afirma que “la experiencia cómica tiene una función cognoscitiva o intelectual de gran importancia”. Su utilización en el aprendizaje, favorece el desarrollo de la creatividad al hacer que los alumnos, sean capaces de dirigir la mirada más allá de lo evidente, – prosigue Berger – proporcionando la posibilidad de percibir ideas desde dos marcos de referencia internamente coherentes, pero habitualmente incompatibles. El humor se convierte también en una herramienta de primer orden para el desarrollo del pensamiento reflexivo.
También filósofos tan serios como Nietzsche reconocen la risa como “aquello que permite al pensamiento serio desprenderse de sus límites y alcanzar lo “impensable”, lo que no puede ser pensado”. Es decir, la risa es un factor de creatividad y una fuente inagotable de ver la realidad desde diferentes perspectivas.
Begoña García, doctora en Psicología por la Universidad de Valladolid y experta en este tema, asegura en sus investigaciones que impartir una clase con sentido del humor tiene un gran impacto en la enseñanza que se desarrolla en el aula.
Tal como podíamos sospechar, en relación a la competencia comunicativa, Isabel Iglesias nos corrobora en su experiencia narrada en el portal del Centro Virtual Cervantes, que las posibilidades de explotación de los materiales humorísticos son múltiples porque: (1) implican trabajar tanto los efectos expresivos como los aspectos estéticos de la lengua, (2) son muy eficaces para desarrollar las cuatro destrezas básicas (expresión oral, expresión escrita, comprensión lectora y comprensión auditiva) y (3) son un recurso excepcional para explorar las distintas áreas de habilidad que articulan la competencia comunicativa.
extraido de : https://ined21.com/humor-y-educacion-unidos-por-la-risa/
www.alexdelarisa.cl
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