Históricamente, hace más de 4 000 años en el imperio chino, existían templos
donde las personas sereunían para reír con la finalidad de equilibrar la salud.
La filosofía china del TAO aconseja que para estar sano y mantenerse en
forma hay que reír 30 veces al día. En la India existían templos sagrados donde
se podía practicar la risa; además algunos libros hindúes hablan sobre la
meditación con risa porque el hecho de reír es una técnica de meditación en sí
misma y es un medio para conocerse interiormente que ayuda a estar en
armonía con el mundo. Además, hay una creencia hindú que asegura que una
hora de risa
tiene efectos más beneficiosos en el cuerpo que cuatro horas de
yoga.
En algunas culturas ancestrales existía la figura del doctor payaso o payaso
sagrado; era un hechicero vestido y maquillado que ejecutaba el poder
terapéutico de la risa para curar a los soldados enfermos. En la Biblia, el libro
de Proverbios del Antiguo Testamento menciona que Un corazón alegre es
como una buena medicina pero un espíritu deprimido seca los huesos. En la
antigua Grecia, Aristóteles sostenía que el bebé no es persona hasta que ríe;
hasta que eso ocurra, el recién nacido es un ser no muy distinto a cualquier
otro cachorro mamífero.
En la Edad Media, el profesor de Cirugía Henri De Mondeville señalaba que la
alegría era una herramienta definitiva para ayudar a recuperar a los pacientes,
cuyas vidas debían dirigirse hacia la felicidad. Para llegar a tan ambiciosa
meta, De Mondeville tenía claro: ―Hay que permitir que sus parientes y amigos
lo alegren y que alguien le cuente chistes... Mantener el espíritu del paciente con música de violas y salterios de diez cuerdas‖ (Mondeville) Pero el
verdadero pionero de la Risoterapia fue Rabelais, el primer médico que en el
siglo XVI y de forma seria, aplicó la risa como terapia.
En 1844 Horacio Wells, un dentista de Boston (EEUU), descubrió las
propiedades anestésicas del óxido nitroso (gas de la risa). Pero sería otro
dentista de la misma ciudad, William Morton quien dos años después se
llevaría la gloria efectuando la primera cirugía indolora con óxido nitroso frente
a un grupo de connotados médicos.
Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía
negativa: científicamente se ha descubierto que el córtex cerebral libera
impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
También mencionaba que la risa es la mejor vacuna contra la soberbia, la
opresión y la intolerancia; propuso la teoría que se refiere al chiste como ese
momento capaz de proporcionar satisfacción en nuestro mecanismo de
inteligencia.
(Rafael Christian, 2004)En 1964, Normand Cousins, ejecutivo de Nueva York
(EEUU), fue diagnosticado con espondilitis anquilosante, una especie de
artritis espinal sumamente dolorosa que lo dejó imposibilitado. Por si fuera
poco, los médicos no conocían la cura para esta enfermedad y Cousins cayó
en un estado de depresión lo que hacía que su dolor se hiciera más intenso,
ante ello, los médicos le aconsejaron probar reírse; así pidió varias películas de
Stan Laurel y Oliver Hardy «El Gordo y el Flaco» y de los hermanos Marx
apenas empezó a ver estas películas y reírse a carcajadas comenzó a sentirse
mejor; descubrió que por diez minutos de risa lograba eliminar el dolor por dos
horas. Combinando su terapia de risa con medicación y siguiendo las
indicaciones de los médicos, logró curarse por completo de su enfermedad
para luego escribir el libro «Anatomía de la Risa» y fundó el Humor Research
Task Force.
En la década de los 70 el Dr. Lee Bark de la Universidad de Loma Linda en
California EEUU), tomó un análisis de sangre a personas mientras observaban
una película cómica y descubrió que reír de forma hilarante reducía los niveles
de estrés y que la risa tiene un efecto sobre el sistema inmunitario: la actividad
de los linfocitos T y de las inmunoglobulinas (anticuerpos) aumentaba y
continuaba hasta 12 horas después del episodio de risa. A partir de esta
experiencia, se comenzó a utilizar la técnica de la terapia de la risa en
hospitales de EEUU, Suiza, Alemania y Francia.
En 1972, el médico Patch Adams fundó el Instituto Gesundheit como una
respuesta al cuidado de la salud en los Estados Unidos. La misión de Adams
era llevar diversión, amistad y felicidad del servicio a la práctica médica. Para
ello, integró más a los médicos en la vida de los pacientes, no sólo desde el
punto de vista de la atención en salud, sino en conocer más acerca de la vida
de ellos.
Durante la década de los 80 en hospitales de Ottawa (Canadá), la risa como
terapia fue utilizada en pacientes con cáncer y sida, cumpliendo una función
psicológica, anestésica e inmunológica. Estudios científicos en pacientes con
tumores indicaron que el buen estado de ánimo incrementó el conteo de
células T, así como la generación de células asesinas naturales que combaten
enfermedades.En 1986, Michael Christensten, director de los clowns del Big
Apple Circus de Nueva Cork (EEUU), fue invitado para hacer una presentación
en un hospital. El resultado fue sorprendente: niños que se encontraban
deprimidos y apáticos, participaban activamente en los juegos. A partir de ello,
los pacientes reemplazaron la rutina hospitalaria y las imágenes traumáticas
por procedimientos alegres y divertidos. Es así como nace el Clown Care Unit
en los Estados Unidos. Actualmente, existen grupos de Clown que hacen de la
Risoterapia una forma de vida en países como España, Colombia, Brasil,
Argentina, Chile, Holanda, Alemania, Austria, Uruguay, México, Canadá, EEUU
y Suiza, siendo estos tres últimos países los que están a la cabeza en el
aprovechamiento de la risa como terapia. La escuela que más ha utilizado el sentido del humor como instrumento de curación ha sido la Terapia Racional
Emotiva de Albert Ellis, quien afirma: La perturbación emocional suele consistir
en exagerar la importancia de las cosas y sus recursos humorísticos van desde
obscenidades atrevidas hasta juegos de palabras, pasando por todo tipo de
extravagancias.
Fuente: http://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/4878/1/TESIS.pdf
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