En estos días del año 2010 se supo que son cada vez más los soldados norteamericanos que se suicidan. Los suicidados están siendo casi tantos como los muertos en combate.
Para resolver este problema, el Pentágono ha resuelto multiplicar a sus especialistas en salud mental, que integran el sector más promisorio de las fuerzas armadas.
El mundo se está convirtiendo en un inmenso cuartel, y el inmenso cuartel se está convirtiendo en un manicomio del tamaño del mundo. En este manicomio, ¿quiénes son los locos? ¿Los soldados que se matan o las guerras que los mandan matar?
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
* Eduardo Galeano
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