jueves, 6 de noviembre de 2014

MIEDO AL CAMBIO

Me siento solo, lo cual es bueno, pero estoy confundido. No sé lo que está sucediendo. Las cosas están cambiando dentro de mí así que algunas veces me siento asustado, y otras hay una sensación de estar flotando.
Es natural. Siempre que te sientas asustado, simplemente relájate. Acepta el hecho de que el miedo está allí, pero no hagas nada al respecto. Descuídalo; no le prestes ninguna atención. Observa el cuerpo. Allí no debería haber ninguna tensión. Si la tensión no existe en el cuerpo, el miedo desaparece automáticamente. El miedo crea cierto estado de tensión en el cuerpo, para conseguir estar arraigado en él. Si el cuerpo se relaja, el miedo tiene que desaparecer. Una persona relajada no puede estar asustada. Tú no puedes asustar a una persona relajada. Incluso si el miedo llega, llegará como una ola… no tendrá raíces.
El miedo viene y va como las olas y tú permaneces sin ser afectado por él, es hermoso. Cuando consigue arraigarse en ti y empieza a crecer en ti, entonces se convierte en un crecimiento, un crecimiento canceroso. Entonces paraliza tu organismo interno.
Así que siempre que te sientas asustado, lo que hay que mirar es que el cuerpo no debería estar tenso. Acuéstate en el piso y relájate — la relajación es el antídoto para el miedo — y vendrá y se irá. Tú simplemente observa.
Esa observación no debería ser interesada sino indiferente. Uno simplemente acepta que está bien. El día está caliente; ¿qué puedes hacer? El cuerpo está transpirando… uno tiene que pasar por ello. La tarde se está acercando, y una brisa fresca estará soplando.… Entonces simplemente obsérvala y relájate.
Una vez que sabes cómo funciona, y lo sabrás pronto; si estas relajado, el miedo no puede apegarse a ti, viene y se va sin dejar cicatrices; entonces tienes la clave. Y vendrá. Vendrá porque cuanto más cambiemos, más miedo estará llegando.
Todo cambio crea miedo, porque cada cambio te está poniendo en lo que no es familiar, en un mundo extraño. Si nada cambia y todo permanece estático, nunca tendrás ningún miedo. Eso quiere decir, que si todo está muerto, no tendrás miedo.
Por ejemplo, estás sentado y hay una roca allí. No hay problema: tú mirarás la roca, y todo está bien. De repente la roca empieza a caminar; te asustas. ¡Está viva! El movimiento crea miedo; y si todo está sin moverse, no hay miedo.
Es por eso que la gente, temerosa de meterse en situaciones que asustan, organiza una vida sin cambios. Todo permanece igual y la persona sigue una rutina muerta, totalmente olvidada de que la vida es un flujo. Permanece en una isla de su propia creación en la cual nada cambia. El mismo cuarto, las mismas fotografías, los mismos muebles, la misma casa, los mismos hábitos, las mismas pantuflas: todo igual. La misma marca de cigarrillos; incluso una marca diferente no te gustará. Entre esto, en medio de esta igualdad, uno se siente a gusto.
La gente vive casi en sus sepulcros. Lo que llamas una vida conveniente y cómoda no es otra cosa que un sutil sepulcro. Entonces cuando empiezas a cambiar, cuando inicias el viaje del espacio interior, cuando te conviertes en un astronauta del espacio interior, y todo está cambiando tan rápidamente, cada momento está temblando de miedo. Entonces cada vez más el miedo tiene que ser enfrentado.
Permite que esté allí. Poco a poco empezarás a disfrutar tanto de los cambios que estarás listo a cualquier precio. El cambio te dará vitalidad… más vitalidad, entusiasmo, energía. Entonces no serás como un estanque… cerrado por todas partes, sin moverse. Te convertirás en un río que fluye hacia lo desconocido, y hacia el océano en donde el río llega a perderse.

Osho, Be Realistic: Plan for a Miracle

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