Cada vez más los expertos están investigando el efecto de la risa. Como poder curativo, la risa sé esta convirtiendo en un elemento importante en las terapias que se aplican en los hospitales infantiles y geriátricos. El buen humor crea un círculo psicológico saludable que ayuda y favorece el restablecimiento de la salud.
Desde el punto de vista fisiológico una buena carcajada relaja los músculos, ensancha los pulmones porque permite llenarlos de oxígeno, consiguiendo un aumento de la circulación sanguínea y un efecto tranquilizante en el sistema nervioso.
Desde el punto de vista psicológico, levanta él ánimo, potencia el bienestar y equilibrio emocional, ayudándonos en la mayoría de los casos a superar los problemas.
Reírnos no nos produce más arrugas, sino al contrario, movilizamos la musculatura facial, producimos estiramientos de los músculos, lo cual ejerce un efecto tonificante y antiarrugas. La risa está incluida entre las llamadas emociones positivas, también lo están la sonrisa, el optimismo, la alegría, el buen humor, la paz y el entusiasmo. Como lo expresan los investigadores médicos, además de ser estados de ánimo que mejoran la calidad de vida, son realidades bioquímicas que ayudan al organismo a prevenir, controlar y revertir un sin número de enfermedades.
El mecanismo saludable se realiza a través del estímulo eléctrico que ejerce una simple sonrisa sobre las terminaciones y filetes nerviosos que inervan los músculos involucrados en el gesto. Los nervios sensitivos de la cara llevan este impulso nervioso de regreso al cerebro hasta el sistema límbico en donde está localizada la glándula pituitaria o hipófisis. Cuando ésta recibe el estímulo generado por nuestra sonrisa voluntaria y consciente reacciona liberando unas hormonas llamadas endorfinas que además de ser el analgésico natural del ser humano, producen una sensación de bienestar generalizado. En otras palabras la sonrisa es un remedio eficaz contra dolores crónicos, mejora el estado general de salud y previene el desarrollo de enfermedades crónicas.
Si cambiamos la tristeza y la amargura por una sonrisa no cabe la menor duda de que además de hacer paz, logramos una mejor salud. Sonreír cuesta poco y prolonga la existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario