lunes, 7 de abril de 2014

Sathya Sai Baba y la risa


Sai Baba suele usar el humor para enseñar verdades profundas. De Él brotan un sinfín de frases y fórmulas ocurrentes, también de réplicas ingeniosas. Por ejemplo, un devoto una vez le sugirió que Él podría resolver todos los problemas económicos de India transformando el Océano Índico en petróleo. “Si hiciera eso”, le respondió Baba, “alguien como tú probablemente le arrojaría un fósforo encendido”.
Pero nada como los primeros dieciséis años de su vida, donde se la pasaba haciendo travesuras de acuerdo a Su misión: “Los primeros dieciséis años de esta vida han sido, y lo he dicho varias veces, el período en el cual predominan Mis Balalilas (juegos divinos de la juventud), y en los dieciséis años que siguen se producen los Mahimas (milagros), para dar felicidad a esta generación. Pero Santhosha o felicidad son sensaciones de corta duración; ustedes tienen que capturar este estado y convertirlo en una posesión permanente de Ananda o Bienaventuranza. Pasados los treinta y dos años me verán más activo en dar Upadesa, es decir, señalar los errores humanos y dirigir al mundo por el camino de Sathya, Shanti y Prema (Verdad, Paz y Amor). Esto no quiere decir que esté determinado a excluir de mi actividad los Lilas y Mahimas (travesuras y milagros) en lo sucesivo”.

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