miércoles, 3 de julio de 2013

Creencia, el veneno más grande

Vive existencialmente. No vivas según ideas. Que uno debería ser así, que uno debería ser asa, que uno debería comportarse de tal forma. No vivas según ideas, responde a la existencia.
Cada día trae su propio afán. Responde con todo tu corazón a cualquier cosa, sea lo que sea. Tu ser está aquí y ahora.
Espontaneidad, sencillez, naturalidad, estas son sus características, no vivas una vida confeccionada de antemano. No lleves mapas, cómo vivir, cómo no vivir. Permite la vida, ve con ella a donde quiera que te lleve. No intentes ir contra la corriente. Ve con el todo, fluye con la corriente. Fluye tan totalmente con la corriente que pronto dejas de estar separado de la corriente, te conviertes en la corriente. Vivir existencialmente significa que cada momento tiene que decidirse por si mismo.
La vida es atómica. No decidas de antemano, no prepares la forma de vivir. Vives preocupadamente de lo que tienes que hacer, ensayando cada uno de los pasos, así que llegado el momento no sabes si estás respondiendo a lo que está pasando o a lo que imaginaste. Entonces... todo se vuelve falso.
Los creyentes son quienes están continuamente buscando creer en algo, creer en alguien. No pueden vivir sin creencias. La creencia es un alimento espiritual, y la creencia siempre está vacía, no tiene contenido, es una simulación. Simula ser verdad y es barata, no tienes que pagar nada por ella.
Las personas hablan de Dios, las personas hablan del alma, las personas hablan de la verdad; y hablando se convencen a si mismos de que saben acerca de esas cosas. Y no saben nada, sólo son creyentes. La creencia es el veneno más grande del mundo. Ha impedido que el superconsciente aparezca en tu alma. Destruye tu inteligencia, te mantiene retardado, te vuelves muy conocedor, te vuelves muy erudito, muy respetable. Pero en lo profundo no hay nada más que oscuridad. Este conocimiento no puede traer ninguna transformación.
Si la humanidad en vez de estar orientada por creencias lo estuviera por sabiduría, no estaríamos al borde de un desastre mundial. Ojalá despertemos a tiempo y no que lo hagamos cuando sea demasiado tarde.

1 comentario:

JESUS NAJAR ARIAS dijo...

Totalmente de acuerdo en cuanto a que las creencias te limitan, pueden llegar a destruirte.
Hay que liberarse de ellas desde las emociones que las proecrearon