La meditación es nada más que un artificio para que tomes conciencia de tu verdadero ser, el que tú no creaste, el que no necesita que lo crees, el que ya eres; naces con él…¡lo eres! Necesita que lo descubras.
Si no se puede, o si la sociedad no deja que esto pase, y ninguna sociedad deja que esto pase, porque el ser real es peligroso; peligroso para la iglesia establecida, para el estado, para la muchedumbre, para las tradiciones; porque una vez que el hombre conoce su verdadero ser, se convierte en un individuo; ya no forma parte de la psicología de masas; no va a ser supersticioso y no va a poder ser explotado. No va a poder ser manejado como el ganado, no le van a poder ordenar ni mandar; va a vivir de acuerdo a su propia luz; va a vivir desde su propia interioridad. Su vida va a tener una belleza enorme, integridad. Pero ese es el miedo de la sociedad. Las personas integradas se convierten en individuos y la sociedad no quiere que seas un individuo. En lugar de la individualidad te enseña la personalidad. La palabra “personalidad” tiene que ser entendida: viene de la raíz persona, que quiere decir máscara. La sociedad te da una idea falsa de quien eres, te da solamente un juguete y tú sigues aferrándote al juguete toda tu vida.
Por lo que veo, casi todo el mundo está desubicado. La persona que pudo haber sido un doctor tremendamente feliz, es pintor y la persona que pudo haber sido un pintor tremendamente feliz, es doctor… nadie parece estar en el lugar que le corresponde, por eso está en semejante lío la sociedad.
La persona es dirigida por otros, no por su propia intuición. La meditación va a ayudarte a desarrollar tu propia facultad intuitiva. Se te hace muy claro qué va a satisfacerte, qué va a ayudarte a florecer y, sea lo que sea, va a ser algo diferente para cada individuo. La palabra “individuo” significa eso: cada uno es único, y buscar y explorar tu unicidad es una gran emoción, una gran aventura.
Osho
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