lunes, 26 de diciembre de 2011

"Para El Camino"

"Para El Camino"
Schwenke y Nilo.


Busco la fuerza que me da la vida
busco las manos y entrego las mías
me doy entero a las cosas queridas
busco la forma de ganarme el sol.
Quiero ir cantando mis fotografías
las que he sacado de noche y de día
canto a la angustia y a las alegrías
canto porque es necesario cantar...
Para ir dejando una huella en los días
para ir buscando una sola armonía
para ir diciendo cosas prohibidas
para ir llenando esta tierra de amor.
Busco la forma de ir construyendo
algo mejor que esperar el invierno
busco ser fuerte en plena decadencia
aunque a veces se acabe la paciencia.
Quiero ir de a poco llenando mis días
con las historias que quizás mañana
con voz cansada le cuente a mis hijos
canto porque es necesario cantar...
Para ir dejando una huella en los días..

viernes, 16 de diciembre de 2011

Así estoy yo sin ti

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso…,
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Poema de domingo

Más yo no quiero escribir poemas sin nombre

Más no quiero dormir abrazado a tus recuerdos

Quiero despedirme con un beso en tus labios

Y despertar llevándote el desayuno, mientras no llegamos a nuestros deberes.

Me declaro insuficiente e innecesario

Para no amar cuerpo a cuerpo

Piel a piel

Corazón a corazón

Sin condiciones ni dobles intensiones

domingo, 4 de diciembre de 2011

Ultimas sesiones Terapia de la risa 2011









Amigas y amigos.

Martes 6 y 13 de diciembre ultimas dos sesiones de terapia de la risa año 2011.

Como siempre en arteduca, Avenida españa 502. a las 19: 30 horas.

mientras mas practiques la risa, mas se quedara en ti
mientras mas te rías desde la nada, ella se quedara en tu corazón
Buena vida
Alexander Lavin molina
www.alexdelarisa.cl
074498383












jueves, 1 de diciembre de 2011

Escucha a lo desconocido

Escucha a lo desconocido

Lo conocido es la mente. Lo desconocido no puede ser la mente. Será otra cosa pero no la mente. Lo único seguro es que la mente es una acumulación de lo conocido. Por ejemplo, si llegas a una bifurcación en el camino y la mente dice, «vamos por aquí, me suena familiar», eso es la mente. Si escuchas a tu ser, querrá ir a lo que no es familiar, a lo desconocido. El ser siempre es un aventurero. La mente es muy ortodoxa, muy conservadora. Quiere andar por la senda, por el camino trillado una y otra vez, el camino de menor resistencia. Escucha siempre a lo desconocido. Y reúne valor para adentrarte en lo desconocido.

Es necesario ser muy valiente para desarrollar tu destino, no hay que tener miedo. Las personas que están llenas de miedo no pueden ir más allá de lo conocido. Lo conocido da una especie de comodidad, seguridad, confianza, porque lo conoces. Estás perfectamente informado, sabes cómo abordarlo. Puedes estar casi dormido y seguir haciéndolo, no necesitas estar despierto; es la ventaja que tiene lo conocido.

En cuanto atraviesas la frontera de lo conocido surge el miedo, porque ahora estarás en la ignorancia, no sabrás qué debes hacer y qué no. No estarás seguro de ti mismo, podrás equivocarte; podrás perderte. Este miedo es lo que mantiene a la gente maniatada, y una persona que está imposibilitada para lo nuevo está muerta.

Sólo se puede vivir la vida peligrosamente, no hay otra forma de vivirla. La vida sólo alcanza la madurez y el crecimiento a través del peligro. Tienes que ser un aventurero, siempre dispuesto a arriesgar lo conocido por lo desconocido. Y en cuanto hayas probado la alegría que produce la libertad y la ausencia de miedo, nunca te arrepentirás, porque sabrás qué significa vivir al máximo. Sabrás qué significa quemar la antorcha de tu vida por los dos extremos. Un solo instante de esa intensidad es más gratificante que toda una eternidad de vida mediocre.


Osho

viernes, 25 de noviembre de 2011

El evangelio segun reyes y lavin














Fueron para un trabajo de fundamentos sociológicos, descubrir "al otro"
Fuimos evangélicos un tiempo, profesando la palabra de dios, involucrándonos con ellos,muchas afirmaciones y des confirmaciones, un trabajo muy potente cada día me sorprende mas la carrera y el maestro Birtnet

.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El camino de regreso

Hasta entonces nunca me habían aterrado
de esta forma los aeropuertos.
Lléname de abrazos, lléname de besos,
creo que anunciaron tu vuelo.
Y entre lágrimas tu figura es devorada por la gente,
y una fiera maloliente clava en mi alma sus afilados dientes.

Sus afilados dientes.

Quedo con el sabor metálico de la soledad
y deshojo el calendario.
Tengo miedo, tengo frío y dudo,
y hago repaso.
Fugaz e indeterminado, como un sueño ha comenzado
esta historia y no sé, en verdad, si fue real.

Quién me iba a decir que te iba a encontrar una noche casual,
yo ejerciendo de torpe sentimental.
"¿Qué haces aquí? A punto estaba de marcharme,
qué bueno es encontrarte".

Y tú y yo inmóviles, y en torno a nosotros
giraban colores, pasaban horas, rostros.

Pasaban horas, rostros.

Pero nada de esto era importante,
"así que háblame de ti y no pares".
Apenas te dejaba la música con su metralla.
"Cuéntame cómo era todo antes".
Aunque seriamente dudo si en verdad hubo un antes,
sólo recuerdo bien, con nitidez, que hubo un después.

Entre empujones, entre la gente,
me acerco torpemente con taquicardia adolescente,
en aquel bar donde no entra ni un rayo de luz,
sé que fuera, sé que fuera amanece.

Sé que fuera amanece.

Nuevos reencuentros, nuevas confesiones, y de repente me veo
perdido en un aeropuerto,
con las pesadillas que día a día me acompañan, cotidianas,
con las que me atormento:

A qué son bailan tus caderas,
qué sudores te alimentan, tengo tanto miedo
de que olvides el camino de regreso,
el camino de regreso.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Mujer sin sombrero

Si un funcionario y un poeta
amaran la misma mujer
que nueva implicación
tendría la guerra astuta que padecen,
y en fin, dónde se posaría
la victoria del amor.

El funcionario con funciones,
el poeta cambiando de voz,
los dos haciéndose pedazos
contra el temible amor.

Si les pregunto a los presentes
a cual de los dos le van:
los despeinados al poeta
y los peinados al suicidio,
y sólo yo le apuesto todo
a la mujer.

Hicimos el amor en la ventana
y el vecino de enfrente se quejó.
Eso no lo sabias, no lo dije,
que ventana mejor se humedeció.

No llegué a ir al mar pero fui al pueblo
y en lugar donde iba su voz.
Siempre se hizo silencio un gran silencio
nadie ocupo tus sillas tu canción.

Hay que salvar esos recuerdos
de todo lo que fue ruin
hay que salvar esos recuerdos
para salvarte a ti.

Hay un amor que da lo diario
que te va a comprender
y otro que canta y eterniza
que te hace trascender.

Cada cual da lo que tiene
unos dan necesidad
y otros regalan las palabras
veremos que dura más.

Hay un amor omnipotente,
hay un amor desesperado,
que descorazona las piedras,
que es más semilla que semilla,
que es más arado que el arado.

Hay amor de amor, de amor,
hay amor como una tumba,
hay amor de laberintos,
más complicados que un sombrero.
Hay el amor cercano a Cristo.

Mi amor no ha sido tan tremendo,
ni tan alto, ni tan bello, ni tan triste, ni tan sabio
ni tan solo, ni tan loco, ni tan todo, ni tan nada,
pero canta...

miércoles, 26 de octubre de 2011

Defender la alegria

Mario Benedetti

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

domingo, 23 de octubre de 2011

Poema de amor

Poema de amor
Este poema de amor es para ti. Para tus ojos,
para tu carne abierta en la añoranza. Y a tus labios
van dirigidos los versos que hoy te escribo.

Lejana y ya difusa. Como el beso de un niño que recuerda
los días del colegio, el pan de la merienda y el pecado
primero de saberse distinto y misterioso.

Son para ti estos versos y estas líneas. Sin saber todavía
si en tu pecho sigue latiendo el mismo sobresalto,
la misma sensación de tener mil alas en los dedos.

Para ti, para tu cuerpo mecido por mi canto,
para que nunca digas: ¿cómo eran sus besos y su boca?
¿Era el amor cuando entraba rompiéndose en mi carne ?

Y era el amor. Sí. Era. Porque entonces estabas en la calle,
viviendo por jardines, a mi lado, acariciando
y abriendo mi costado con tus labios y tu risa.

Pedacito de azul, lástima mía, sudor, saliva de mi boca,
nada puede salvarnos de la noche, de los dioses del frío,
de la amarga certeza de sabernos estrellas apagadas.

Sin embargo, en este instante pleno en que te escribo,
el mundo se contiene, tierno y mínimo, en tus manos amadas,
en el hueco bendito donde bebo tu nombre que no olvido.

sábado, 22 de octubre de 2011

Definición del arte

Eduardo Galeano.


Portinari no está - decía Portinari. Por un instante aso-
maba la naríz, daba un portazo y desaparecía.
Eran los años treinta, años de cacería de rojos en Bra-
sil, y Portinari se había exiliado en Montevideo.
Iván Kmaid no era de esos años, ni de ese lugar; pero
mucho después, el se asomó por los agugeritos de la
cortina del tiempo y me contó lo que vio:
Cándido Portinari pintaba de la mañana a la noche, y
de noche también.
- Portinari no está - decía.
En aquel entonces, los intelectuales comunistas del
Uruguay iban a tomar posición ante el realismo socialis-
ta y pedían la opinión del prestigioso camarada.
- Sabemos que usted no está, maestro - le dijeron, y le
suplicaron:
- Pero, ¿no nos permitiría un momento? Un momentito.
Y le plantearon el asunto.
- Yo no sé - dijo Portinari.
y dijo:
- Lo único que yo sé, es esto: el arte es arte o es mier-
da.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Desnuda

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua
cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como a un niño perdido
que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Como tu

Yo como tú
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosas
el paisaje celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.

Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.

lunes, 10 de octubre de 2011

A los locos no nos quedan bien los nombres.

A los locos no nos quedan bien los nombres.

Los demás seres
llevan sus nombres como vestidos nuevos,
los balbucean al fundar amigos,
los hacen imprimir en tarjetitas blancas
que luego van de mano en mano
con la alegría de las cosas simples.

Y qué alegría muestran los Alfredos, los Antonios,
los pobres Juanes y los taciturnos Sergios,
los Alejandros con olor a mar!

Todos extienden, desde la misma garganta con que cantan
sus nombres envidiables como banderas bélicas,
tus nombres que se quedan en la tierra sonando
aunque ellos con sus huesos se vayan a la sombra.

Pero los locos, ay señor, los locos
que de tanto olvidar nos asfixiamos,
los pobres locos que hasta la risa confundimos
y a quienes la alegría se nos llena de lágrimas,
cómo vamos a andar con los nombres a rastras,
cuidándolos,
puliéndolos como mínimos animales de plata,
viendo con estos ojos que ni el sueño somete
que no se pierdan entre el polvo que nos halaga y odia?

Los locos no podemos anhelar que nos nombren
pero también lo olvidaremos…

sábado, 8 de octubre de 2011

Sueños sencillos

Sueños sencillos
Un hombre cansado que sube de un bar, ese soy yo,
cartel de cerrado, en el paraíso el corazón
me pide una tregua, la luz de reserva se encendió,
tu cuerpo es la fiesta a la que nadie me invitó.

Hoy me he preguntado lo que me diría el edredón,
¿qué fue de esa chica? Se apellidaba decepción...
Y yo me pregunto: ¿cómo se bajará el telón?
Como una historia que ni siquiera comenzó.

Siempre tengo sueños sencillos con mujeres complicadas,
veo el amor con la visión deteriorada,
del que un día tuvo todo y lo perdió.

Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas,
no sé aceptar que hay ciertas cosas que se acaban.

Quinientas preguntas rotando por la habitación,
quinientas versiones sobre la misma discusión,
quinientos escotes que no me alivian el dolor,
quinientas respuestas, necesitaba y tuve dos.

Quinientas las veces en que no supe decir "no",
quinientas las noches malhumorado en el salón,
quinientos reproches forman la guerra entre tú y yo,
quinientas te dije que me mintieras por favor...

Siempre tengo sueños sencillos con mujeres complicadas,
veo el amor con la visión deteriorada,
del que un día tuvo todo y luego lo perdió.

Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas,
no sé aceptar que hay ciertas cosas que se acaban,
que se acaban, que se acaban

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cuerpos desnudos

Si la poesía brilla en tus ojos, por que no brilla en tu rutina
Si la rebelión habita en tu corazón, como es que no nace amor
Tener una inteligencia sublime no te hace no te hace superior
Nada es como tu, nadie es como yo, todos somos diferentes
Diferentes seres diferentes rostros
Solo un cuerpo, dos almas, tres habitaciones
Habitaciones vacías, corazones sollozantes
Almas desoladas
Historias para el futuro, anécdotas
Solo eso
Dos cuerpos desnudos que al vestirse se olvidaran para siempre de lo ocurrido.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Hombre nuevo

El futuro no debería ser sólo una esperanza y una oportunidad: esas son palabras terribles. El futuro debe ser absolutamente nuestro. Hemos vivido con la idea de un pasado de oro. Ahora podemos crear un futuro que sea realmente de oro.

El hombre nuevo es la más grande revolución que haya jamás sucedido en el mundo. Y puesto que conocemos al viejo mundo y sus miserias, las podemos evitar todas; podemos evitar todos aquellos celos, aquella seriedad aquellas iras, todas esas guerras, todas esas tendencias destructivas.

El hombre nuevo significa que no vamos a tolerar ya más que alguien nos sacrifique en aras de un nombre hermoso. Vamos a vivir nuestras vidas, no de acuerdo a ideales, sino de acuerdo a nuestras aspiraciones, a nuestras intuiciones apasionadas. Y vamos a vivir momento a momento; no vamos a dejarnos engañar por el “mañana” y por promesas para el mañana. El hombre nuevo no es una mejora del viejo, ni un fenómeno de continuidad, ni un refinamiento. El hombre nuevo es el nacimiento de un hombre absolutamente limpio, sin condicionamientos, sin nacionalidad, sin religión, sin discriminación entre hombre y mujer, blanco y negro, oriente y occidente, norte y sur. El hombre nuevo va a ser la verdadera sal de la Tierra, ocupado en cómo aumentar los goces de la vida, el placer de vivir, con más creatividad, más belleza, más humanidad, más compasión.

Podemos lograr una gran transformación: podemos crear gente inocente, gente amorosa, gente que respire libertad, que se ayude una a otra para ser libre; gente que se nutra mutuamente de la creatividad, la dignidad y el respeto. El hombre nuevo es el manifiesto de una nueva Humanidad, de una Humanidad única.

Este es un momento grandioso y afortunado, una situación de reto. No es una situación que vaya a destruir la Tierra, sino sólo a las iglesias y a los políticos y a esos que se aferran al pasado. No hay necesidad de preocuparse por el futuro. La ciencia ha entrado en escena a tiempo para aceptar el reto.

Esta es una oportunidad de oro, pues si toda la Humanidad se hace consciente de las raíces de los problemas, entonces las soluciones son en realidad muy simples.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El niño rebelde

Nadie permite a sus hijos bailar, cantar, gritar y saltar. Por razones triviales quizá pueden romper algo, quizá se les moje la ropa con la lluvia si corren en el exterior, por pequeñas cosas se destruye por completo una gran cualidad espiritual: la alegría.

El niño obediente es elogiado por sus padres, por sus profesores, por todo el mundo, y el niño juguetón es censurado. Sus ganas de jugar podrían ser totalmente inofensivas, pero es censurado porque existe un peligro potencial de rebelión. Si el niño continúa creciendo con total libertad para ser juguetón, acabará siendo un rebelde. No será fácilmente esclavizado; no le podrán reclutar fácilmente en un ejército para destruir gente, o para que le destruyan.

El niño rebelde se convertirá en un joven rebelde. Entonces no podrás obligarle a que se case; no podrás obligarle a aceptar un determinado empleo; no se le podrá obligar a satisfacer los deseos incompletos y los anhelos de sus padres. La juventud rebelde seguirá su propio camino. Vivirá su propia vida de acuerdo con sus deseos más íntimos, no de acuerdo con los ideales de otra persona.

Por todas estas razones, se sofoca su capacidad de jugar, se la aplasta desde el principio. Nunca se le da una oportunidad a tu naturaleza. Poco a poco empiezas a cargar con un niño muerto en tu interior. Este niño muerto en tu interior destruye tu sentido del humor: no puedes reírte totalmente, con todo tu corazón, no puedes jugar, no puedes disfrutar de las cosas pequeñas de la vida. Te vuelves tan serio que tu vida, en vez de expandirse, comienza a encogerse.

La vida debe ser, en cada momento, una creatividad preciosa. No importa lo que crees, podrían ser sólo castillos en la arena, pero todo lo que haces debería salir de tu capacidad de jugar y de tu alegría.

martes, 23 de agosto de 2011

Sesiones de risaterapia

Risaterapia

Desde el martes 6 de septiembre a las 19: 30 horas
Lugar: Arteduca (Av España 502, esquina Toesca)
Metro Toesca o republica
Valor $ Aporte voluntario
Inscríbete a: alexlavinmolina@hotmail.com / 074498383
www.alexdelarisa.cl


Próximas sesiones martes 6, 13, 20 y 27 de septiembre

“Buda iba a dar una charla. Miles de seguidores habían venido desde muchos kilómetros. Buda tenía una flor en su mano. Pasaba el tiempo y no decía nada, estaba sentado y simplemente miraba la flor. La muchedumbre se impacientaba. Mahakashyap no pudo aguantarse más: comenzó a reír.”



En un Taller de la risa lo que buscamos simplemente es reír, es reír con el cuerpo, con el alma, con nosotros, no acudimos a chistes o situaciones graciosas. Aquí la participación de las personas en fundamental, es un taller vivencial donde buscamos una risa verdadera, del corazón, como la de los niños sin prejuicios y sanadora.
Para esto realizamos una serie de ejercicios de respiración, juegos de pantomima, yoga de la risa, risa terapia, imaginería, clown, bufon, meditaciones activas, de risa, entre otras técnicas.

La risa tiene numerosos efectos beneficiosos, tanto psicológico como físicos: Libera el estrés y las emociones, produce endorfinas, oxigena los tejidos, mejora la circulación de la sangre, favorece la digestión, potencia la autoestima y mejora nuestra relación con el entorno.


http://www.youtube.com/watch?v=vdky_8Btz_I



Alexander Lavin Molina

www.alexdelarisa.cl

074498383

jueves, 18 de agosto de 2011

Tu risa en la alameda

Tu risa en la alameda

(Manuel Cuesta)

Crece entre el fulgor de la ciudad,
Este paseo que antaño fue un pantano
Que hacinaba los sueños, la enfermedad
Convirtiendo lo sumergido en altozano
Aun conservo mis viejos cárteles de cine
Que compraba los domingos en el mercadillo
Y las cintas de cassette pirata
De Silvio, Dylan y O'Funkillo
Álamos, canales, tajuelos y tres fuentes
Habitaban en este paraíso perdido
De vecinos que nadaban contra la corriente
Y nadie que dijera esto está prohibido
Esta noche quiero llevarte a pasear

Y beberme a tragos tu risa en la Alameda
Dos leones custodiarán mi alma en el Boulevard
Mientras Hércules y César
Sonríen desde la arboleda
Si quieres levantarle la falda a esta ciudad
Tienes que venir bajo su manto de estrellas
Brindaremos por Paco Zapata en el Central
Mientras Hércules y César
Contemplan la polvareda

Si pisas sobre el paseo de la alameda
Pisarás el viejo túnel de un metro que nunca fue
Ahora el túnel es un pozo de tormentas
Y las putas hace tiempo que abandonaron el edén
Sevilla renacentista y barroca
Refugio para Ulises, hogar de las Sirenas
Los labios que saben rozar las bocas
Y Bécquer con un verso quita a las musas las penas
Esta noche quiero llevarte a pasear

Espacio para el arte, el amor, la resistencia
Fueron exiliados los mercaderes ambulantes
Ahora quieren enterrar el albero en la opulencia
Bajo la explotación urbana, olvidar lo que fue antes
Llévame esta noche a beber a la Habanilla
Pídeme un Gin Tonic que esta noche celebramos
Que Manolo caracol la lía por Seguidillas
Que esta sigue siendo la Alameda que soñamos
Esta noche quiero llevarte a pasear

Que hoy habrá revolución
Dará comienzo en la alameda

lunes, 15 de agosto de 2011

Plan todo incluido

El plan incluye
Besos y abrazos ilimitados por toda una vida
Escapas a la playa y cordillera para hacer el amor bajo las estrellas
Un hombro donde descanses las malas rutinas
Unas alas para que vueles en libertad
Sesiones de pasión improvisadas cuando menos se busquen
Oír tus historias y reinventarlas con héroes desopilantes
Desayuno dominical de tostadas y caricias
Discusiones importantes por quien tiene la razón
Caminatas interminables y sin sentido
Palacios en el cielo, chocolates en la boca y cosquillas…
Se ruega no leer la letra chica.

sábado, 13 de agosto de 2011

Poema en proceso

Donde guardare las copias si tus brazos no me atrapan
Donde guardare las tardes camino a casa si tus ojos no me miran
Donde reposare de los fantasmas si tu pecho esta ocupado
Cada tarde en el reporte soñare que te cuento las historias inventadas
Donde quedaran esas noches de pasión con música de Ismael
Y películas a medio terminar
Ya no saldremos corriendo en busca del bus a la terminar, por que alguien espera
Corriendo sin ropa interior
Olvidando alguna prenda
Y buscando fecha para volver a buscarla
Ya no quedan huidas mentirosas
Ni mercados inventados
Ni amistades de falsas enfermedades
Toda esta mentira acabo
Como acabo una canción inventada en una tarde en la quinta normal
Te escribirán otros poemas
Yo reiré en otras sabanas, en otro cuerpo
Y quizás olvide las copias en algún velador que conozco por vez primera

lunes, 8 de agosto de 2011

El coraje, lo contrario del miedo

El coraje, lo contrario del miedo
Siempre debes estar preparado para renunciar a lo conocido —debes estar deseoso de abandonarlo—, sin esperar a que madure. Salta a algo nuevo... su novedad y su frescura son muy atractivas. Entonces tienes coraje. El miedo a la muerte es el mayor miedo y el más destructivo para tu coraje.

Sólo puedo sugerirte una cosa. Ahora no puedes volver a tu muerte pasada, pero puedes empezar a hacer una cosa: estar siempre preparado para pasar de lo conocido a lo desconocido, en cualquier cosa, en cualquier experiencia. Es mejor, aunque luego lo desconocido resulte ser peor que lo conocido, pero ésa no es la cuestión. Lo que importa es tu cambio de lo conocido a lo desconocido, tu prontitud para pasar de lo conocido a lo desconocido. Eso es enormemente valioso. Sigue haciendo lo mismo en toda clase de experiencias. Te preparará para la muerte, porque cuando llega la muerte no puedes decidir de repente: «Elijo la muerte y abandono la vida.» Esas decisiones no se toman de golpe.

Tienes que ir paso a paso, preparándolo, viviendo cada momento. A medida que te vas familiarizando con la belleza de lo desconocido, empiezas a tener una cualidad nueva. Está ahí, pero nunca ha sido usada. Antes de que llegue la muerte, aprende a pasar de lo conocido a lo desconocido. Recuerda que lo nuevo siempre es mejor que lo viejo.

Dicen que no todo lo viejo es oro. Yo digo que aunque todo lo viejo sea oro, olvídalo. Elige lo nuevo, tanto si es de oro como si no, eso no importa. Lo que importa es tu elección: tu elección de aprender, tu elección de experimentar, tu elección de adentrarte en la oscuridad. Poco a poco, tu coraje empezará a funcionar. Y la agudeza de la inteligencia no está separada del coraje, sino que forma casi una unidad orgánica.

Junto con el miedo está la cobardía e, inevitablemente, una mente retrasada, mediocre. Van juntos, se apoyan el uno al otro. Junto con el coraje está la agudeza, la inteligencia, la apertura, una mente sin prejuicios, la capacidad de aprender... van juntos.

Empieza con un ejercicio fácil, que es: siempre que tengas oportunidad de elegir, recuerda, elige lo desconocido, lo arriesgado, lo peligroso, lo inseguro, y no te equivocarás. Y sólo así... la muerte podrá convertirse en una experiencia tremendamente reveladora, y podrás tener una percepción de tu nuevo nacimiento, no sólo una percepción sino incluso una cierta elección. Con conciencia, puedes elegir una determinada madre o un determinado padre. Normalmente, todo esto se hace inconscientemente, es accidental, pero un ser humano que se muere con consciencia, nace con consciencia

sábado, 30 de julio de 2011

EL DERECHO AL DELIRIO

EL DERECHO AL DELIRIO
Por Eduardo Galeano, escritor uruguayo
Ya esta naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuándo nació. El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera. Una invitación al vuelo Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio. La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio. Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea.

En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se niegan a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugarde hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiemposde la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas delas tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte"; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados,porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

lunes, 25 de julio de 2011

El Fútbol y su expresión de agon

El hombre y el juego Fútbol

El juego siempre ha estado presente a través de la historia de la humanidad, desde niños una de las primeras formas de socializar con el entorno es a través del juego, nos acercamos a otros, sentimos nuestras primeras frustraciones, nuestras primeras fascinaciones en este arte de ganar o perder.
En el trascurso del tiempo vital, el juego va perdiendo valor, va tomando un significado de irresponsabilidad, de banalidad, de algo sin importancia, de una actividad que se realiza cuando el tiempo sobra o cuando la situación no amerita encararse seriamente.
Pues bien, el Fútbol no corre mejor suerte en el ámbito de la descripción, si bien es un deporte colectivo que nos acompaña a muchos desde la infancia en cuanto a nuestras primeras formas se socialización con el entorno y además es un deporte que mueve millones de pesos y espectadores semana a semana en el ámbito de la profesionalidad. Con el paso del tiempo el Fútbol se convierte en una actividad menospreciada por intelectuales. “En 1880, en Londres, Rudyard Kipling (Nobel de literatura 1907) se burló del fútbol y de las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan. Un siglo después, en Buenos Aires, Jorge Luis Borges fue más que sutil: dictó una conferencias sobre le tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial del 1978” (Galeano, E, 1995).
Aparte de los altos réditos económicos que deja para muchos poderes o mandamases del balónpie rentado, y la enajenación de masas provocadas por este juego-espectáculo, esta actividad, también es mirada como un deporte o acción recreativa de un fin de semana por gente mas alejada del ámbito del profesionalismo.
En este trabajo abordaremos el fútbol, llevándolo de la cancha o de la galería, al prisma filosófico. Abordaremos temas tales como: el futbol como suspensión de realidad, nos adentraremos en Callois y su clasificación de los juegos y extenderemos una teoría ampliada de los juegos, tras la visón del mismo Autor.

El futbol como suspensión de la cotidianidad.
Según Heidegger el juego, genera un efecto de suspensión de razón y realidad. La razón se suspende ya que, al entrar en un juego, lo cotidiano se vuelve secundario, el tiempo pareciera no existir, la realidad pareciera no importar, los debates de actualidad, pasan a un segundo plano, incluso al entrar en el juego, en el trascurso de este llega el momento en el que incluso la persona se olvida de si y lo único que importa es el juego, este personaje pasa a ser parte del juego, produciéndose así la suspensión de la realidad. En el Fútbol durante noventa minutos, la realidad queda ajena a lo que acontece en lo cotidiano.
Los niños, en el juego de fútbol o también llamado “pichanga”, entran en una especie de trace, fenómeno que ocurre no solo en los infantes, también en cualquier persona que a practicado la actividad. El trance se caracteriza, por abandonar ciertas condiciones externas y experimentar un estado de conciencia diferente.
Los partidos en el barrio o en la calle, no tienen tiempo de duración, pueden durar desde un corto tiempo a todo el día, desde el amanecer hasta que el sol se esconde.
En el fútbol profesional, la contienda dura solo noventa minutos, y en ese transcurso de tiempo, tanto para el jugador, como también para los espectadores, solo existe una realidad y esa realidad es el partido en si. No importa la situación política, no importa las noticias de actualidad, la farándula, la economía. En ese momento lo único que tiene valor e importancia, es la confrontación deportiva agonica.
Remarcando la idea de suspensión de la cotidianidad, en base a lo que denominamos fútbol, como deporte profesional reconocido en la mayoría de los países del mundo, se da el ejemplo de una final de la copa del mundo. Juegan Brasil versus Italia, máximos exponentes de fútbol y con una clara historia que los avala. En este partido, en ambos países que están en un enfrentamiento, los ciudadanos (no todos, si no más bien la mayoría de ellos), dejan sus quehaceres del diario vivir, suspendiendo reuniones, postergando salidas, citas románticas, la cámara de diputados entra en receso, entre otros, quedan fuera hasta un nuevo aviso, o cosas más cotidianas como dejar de cocinar. Se forma un ambiente de expectación y dedicación completa por poder ver aquel encuentro.
Comienza el partido, ambas hinchadas desde cualquier parte del planeta, mas los espectadores que están en el estadio, así como también las personas sin nación participante en la gesta deportiva, están desde sus casas, como si estuvieran en el estadio, su cuerpo esta frente a la televisión, sin embargo, su mente sus almas están en esa final. Todo deja de existir simplemente, miran el fútbol de una manera atrayente y apasionada, destacando la motivación y un animo que solo se manifiesta en estos noventa minutos que se juega la contienda, se forma un mundo aparte, de lo que ellos están mirando, a lo que realmente esta pasando, un mundo paralelo al presente que deja de lado todo acción del mundo real.



El Fútbol y su expresión de agon


Roger Callois, en el año 1986, en su libro “los juegos y los hombres”, realiza una clasificación de los diferentes tipos de juegos según su aspecto y esencia. Define así cuatro categorías fundamentales de clasificación: Agon, Alea, Mimicry e-Ilinx:
Agon. Todo un grupo de juegos aparece como competencia, es decir, como una lucha en que la igualdad de oportunidades se crea artificial¬mente para que los antagonistas se enfrenten en condiciones ideales, con posibilidad de dar un valor preciso e indiscutible al triunfo del vence¬dor. Por tanto, siempre se trata de una rivalidad en torno de una sola cualidad (rapidez, resistencia, vigor, memoria, habilidad, ingenio, etc.), que se ejerce dentro de límites definidos y sin ninguna ayuda exterior, de tal suerte que el ga¬nador aparezca como el mejor en cierta catego¬ría de proezas (Callois, 1986).
Alea : todos |os juegos basados en una decisión que no depende del jugador, sobre la cual no podría éste tener la menor influencia Mejor dicho, el destino es el único artífice de la victoria y, cuando existe rivalidad, ésta significa exclusivamente que el vencedor se ha visto más favorecido por la suerte que el vencido.
Mimicry. Todo juego supone la aceptación tem¬poral, si no de una ilusión. El juego puede consistir, no en desplegar una actividad o en soportar un destino en un medio imaginario, sino en ser uno mismo un per¬sonaje ilusorio y conducirse en consecuencia
Y por último, Ilinx. Un último tipo de juegos reúne a los que se basan en buscar el vértigo, y consisten en un intento de destruir por un instante la estabilidad de la percepción y de infligir a la conciencia lúcida una especie de pánico voluptuoso.
El fútbol, esta inmerso en la categoría de Alea, ya que se enfrentan dos oponentes en igualdad de condiciones (dos equipos compuesto por once jugadores cada uno, los que deberán introducir un balón en un arco rival).
Desde los inicios del fútbol, desde sus vestigios más arcaicos, el futbol se presenta como una competencia, incluso a veces brutal, como por ejemplo es un juego de balón realizado en el imperio maya el equipo perdedor, pagaba con su vida la derrota en la gesta deportiva.
El Agon siempre se trata de una rivalidad en torno de una sola cualidad (rapidez, resistencia, vigor, memoria, habilidad, ingenio, etc.), que se ejerce dentro de límites definidos y sin ninguna ayuda exterior, de tal suerte que el ga¬nador aparezca como el mejor en cierta catego¬ría de proezas. Esa es la regla de las competen¬cias deportivas y la razón de ser de sus múltiples subdivisiones, ya opongan a dos individuos o a dos equipos. La cualidad en el fútbol, tiene que ver con la conjunción de muchas habilidades (rapidez, destreza, habilidad, ingenio, entre otras), las que mancomunadas hacen que un equipo se alce con la victoria final y esta consiste en la hazaña de doblegar al oponente, introduciendo el balón en el arco rival. El fútbol, es un deporte colectivo, compuesto por once jugadores por equipo y un árbitro que se encarga de cumplir las reglas del deporte. Los equipos deben introducir el balón en un arco. Las medidas de la cancha son 120 metros de largo por 90 de ancho.
Estas reglas, parámetros y cantidad de jugadores varían en el fútbol amateur o por diversión, pero no cambia el objetivo de la gesta, doblegar al rival introduciendo el balón en el arco contrario, a esto lo llamaremos Gol.
“La práctica del agon supone por ello una atención sostenida, un entrenamien¬to apropiado, esfuerzos asiduos y la voluntad de vencer. Implica disciplina y perseverancia. Deja al competidor solo con sus recursos, lo in¬vita a sacar de ellos el mejor partido posible, lo obliga en fin a usarlos lealmente y dentro de los límites determinados que, siendo iguales para todos, conducen sin embargo a hacer indiscuti¬ble la superioridad del vencedor”.(Callois, 1986)

El fútbol y su expresión de Mimicry

Mimicry. Todo juego que supone la aceptación tem¬poral, si no de una ilusión (aunque esta última palabra no signifique otra cosa que entrada en juego: in-lusio), cuando menos de un universo cerrado, convencional y, en ciertos aspectos, fic¬ticio. El juego puede consistir, no en desplegar una actividad o en soportar un destino en un medio imaginario, sino en ser uno mismo un per¬sonaje ilusorio y conducirse en consecuencia. Nos encontramos entonces frente a una serie variada de manifestaciones que tienen como ca¬racterística común apoyarse en el hecho de que el sujeto juega a creer, a hacerse creer o a hacer creer a los demás que es distinto de sí mismo. El sujeto olvida, disfraza, despoja pasajeramente su personalidad para fingir otra. (Callois, 1986).
Cada hombre de fútbol de domingo en cancha de tierra, con zapatos gastados, juega a creer, juega a creer que esta en la mejor liga del mundo, que será el próximo nominado a la selección, que su gol aparece en los noticiarios de todos los canales este domingo.
Cada hincha o fanático o simplemente simpatizante, mientras mira la televisión o esta en la galería del estadio, imagina que esta dentro del campo de juego y le grita a su jugador donde dar el pase, que hacer con el balón, incluso de pie en el living de su casa, realiza el perfecto gesto técnico de cómo lanzar de mejor manera y dotado de hermosura un tiro libre al ángulo del rival.
En estas acciones el hombre, se olvida quien es, de su profesión, de donde esta en ese momento y pasa a ser otro, para a ser otro ser, el sueño toma posesión de él, la virtud de ser el mejor del mundo en aquel deporte se apoderan de su instante presente. Pasaran los noventa minutos y el hombre ya mas sereno volverá a ser quien es, seguramente el estudiante preparara la mochila para el día lunes y seguirá imaginando como aquel golpe de cabeza al balón no fue a dar al fondo del arco.
El mimicry basa su concepto en el mimetismo, en la transformación del sujeto a convertirse en otro. Este proceso, ocurre lenta y previamente antes del cotejo, sobretodo en el hincha del fútbol en aquel fanático que se disfraza en torno a su tribu (equipo de fútbol). Pinta su rostro con sus colores, se disfraza con el atuendo sagrado para la ocasión (camiseta y bandera incluida), empieza una transformación de carácter psicológico, crea cantos, rituales, cabalas, ceremonias, bandas, entre otras acciones, para salir al templo sagrado llamado estadio o cancha de fútbol, incluso aquel fanático que mira el partido por televisión o escucha como antaño el partido por radio, él esta mimetizado, en cuerpo y alma en otra persona, el ritual lo ha vuelto otro que no es la misma persona que encontraremos a diario en el trabajo o la esquina del barrio. El ritual previo de convertirse en hincha, de convertirse en parte de la tribu fútbol, es el camino mágico alumbrado por estrellas y sueños de victoria a la transformación de la persona en otro, mientras dura el juego.

Teoría ampliada

La teoría ampliada de Callois, confiere la unión o rechazo de dos unidades estructurales del juego, estas se pueden complementar o rechazar, aquí veremos como se relacionan las anteriormente estudiadas en profundidad en el caso del fútbol ( agon y mimmicry).
LAS ACTITUDES elementales que rigen los juegos —competencia, suerte, simulacro, vértigo— no siempre se encuentran aisladas. En repetidas ocasiones se ha podido comprobar que eran ap¬tas para conjugar sus seducciones. Numerosos juegos se basan incluso en su capacidad de aso¬ciación. Sin embargo, aún falta que principios tan marcados concuerden indistintamente. To¬mándolas sólo de dos en dos, las cuatro actitu¬des fundamentales permiten en teoría seis con¬junciones posibles y sólo seis. Una a una, cada cual se conjuga con una de las otras tres. (Callois, 1986).
Competencia-simulacro (agon-mimicry);
Una combinación análoga existe entre el agon v la mimicry Ya antes he tenido la ocasión de subrayarlo: toda competencia es en sí un espectáculo. Se desarrolla según reglas idénticas y en la misma espera del desenlace. Pide la pre¬sencia de un público que se precipita a las ta¬quillas del estadio o del velódromo, como lo hace a las del teatro o del cine.
Los antagonistas son aplaudidos a cada tanto que se apuntan. Su lucha tiene peripecias que corresponden a los distintos actos o a los epi¬sodios de un drama. En fin, éste es el momen¬to de recordar hasta qué grado son personajes intercambiables el campeón y la estrella. Una vez más, hay aquí una combinación de dos ten¬dencias, pues la mimicry no sólo no es nociva para el principio del agon, sino que lo refuerza por la necesidad en que está cada competidor de no defraudar a un público que lo aclama y lo domina a la vez. Se siente en una represen¬tación, está obligado a jugar lo mejor posible, es decir, por un lado con perfecta corrección y, por el otro, esforzándose al máximo por obtener la victoria (Callois, 1986).
En el deporte llamado futbol el asistente es conocido como hincha, el origen de la palabra se remonta a principios del siglo XX, a la republica del Uruguay, donde cuenta la leyenda, existía un talabartero, es decir un hombre encargado de inflar o hinchar los balones para el juego y este personaje de nombre prudencio miguel reyes, arengaba con tal devoción a los jugadores de su club que sobresalía por el resto, desde ese momento cuenta la leyenda que se empezó a mencionar la frase: “mira como grita el hincha”.
Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música (Galeano, E. 1985).
El fanático es el hincha en el manicomio, El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar. En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su campo de batalla. (Galeano, E. 1995).
A los anteriores estados de efervescencia, sumados a los once jugadores en el campo de juego, encontramos una amalgama especial, una amalgama, que sumada es mas que por si sola. Al hincha no se le puede decepcionar, él exige la vida por sus colores, que los jugadores entreguen lo mejor de si en el campo de juego y ellos lo saben, semana tras semana se juegan el destino en cada jugada, en cada partido. El aliento desde las tribunas muchas veces los puede levantar o simplemente destrozar.
“Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval” (Galeano, E 1995).
El resultado, será una anécdota, el hincha volverá el próximo domingo a envestirse de los ropajes que lo convierte en protagonista, mientras que los gladiadores, se prepararan toda la semana para el siguiente combate. Agon y mimicrix se prepararan por separado, para la siguiente contienda, el hincha imaginara el partido, y los jugadores prepararan su estrategia, todos se volverán a encontrar el próximo fin de semana.
Para finalizar quisiéramos compartir un cuento de Eduardo Galeano, de su libro el Fútbol a sol y sombra escrito en el año 1985. Quien refleja de muy Buena forma que el es futbol:
“La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rajo, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez. El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad”.

domingo, 24 de julio de 2011

AntiPsiquiatría

La teoría de la enfermedad mental es científicamente imprecisa y su estatuto esta aún por definirse. La psiquiatría como institución represora es incompatible con los principios de una sociedad democrática y libre, y debe ser abolida. Al negar la validez científica de la teoría de la enfermedad no se esta negando la realidad de las enfermedades neurológicas, la locura, el crimen, el consumo de drogas y los conflictos sociales.

El concepto de enfermedad mental tuvo su utilidad histórica pero es, en la actualidad, científica y médicamente anticuado, y moral y políticamente dañino por las razones que veremos en este artículo.



En 1961, Thomas Szasz, médico psiquiatra, psicoanalista y actualmente Profesor Emérito de la Universidad del Estado de New York, publicó “El mito de la enfermedad mental”, que inició un debate mundial sobre los denominados trastornos mentales. Szasz anota que la mente no es un órgano anatómico como el corazón o el hígado; por lo tanto, no puede haber, literalmente hablando, enfermedad mental. Cuando hablamos de enfermedad mental estamos hablando en sentido figurado, como cuando alguien declara que la economía del país está enferma. Los diagnósticos psiquiátricos son etiquetas estigmatizadoras aplicadas a personas cuyas conductas molestan o ofenden a la sociedad. Si no hay enfermedad mental, tampoco puede haber hospitalización o tratamiento para ella. Desde luego, las personas pueden cambiar de comportamiento, y si el cambio va en la dirección aprobada por la sociedad es llamado cura o recuperación.



Por consiguiente, las intervenciones psiquiátricas deben ser definidas con claridad como voluntarias o involuntarias. En las voluntarias, la persona busca la ayuda del profesional movida por sus problemas. Típicamente, el individuo es un beneficiario de la intervención del psiquiatra. En las involuntarias, la sociedad impone la intervención. Típicamente, el individuo es una víctima de la acción del psiquiatra, en tanto que la sociedad(la familia) es la beneficiaria. La psiquiatría involuntaria es incompatible con los principios de una sociedad democrática y libre, y debe ser abolida.

miércoles, 20 de julio de 2011

El hincha

A unas horas de la presentación de nuestra propuesta del fútbol como juego de agon, algo de mimicry... el que entiende entendiende jajaja.
de paso un abrazo para mis amigos y cada dia mas hermanos alvaro y alexis. que las proximas filosofadas sean mas largas y cada hora sean mas de 4 lineas, noves vemos hermanos.. aguante el semestre se acaba y mañana ganamos por goleada.

"Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio.

Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno.

Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos.

Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música.

Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval".

miércoles, 8 de junio de 2011

El diagnóstico y la terapéutica ( Edo. Galeano)

El amor es una enfermedad de las más jodidas y con-
tagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hon-
das ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados
noche tras noche por los abrazos, y padecemos fiebres
devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de
decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito
de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la
sopa o en el trago. Se puede provocar, pero no se puede
impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el
polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada.
El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las bru-
jas. No hay decreto del gobierno que pueda con él, ni
pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas prego-
nen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y
todo

viernes, 3 de junio de 2011

La revolución empieza por uno

No intentes ayudar a nadie sin antes experimentarlo tú mismo, porque los confundirás aún más. Ya están confundidos. El bagaje de los siglos ha confundido a todo el mundo. Y sería muy amable por tu parte no ayudar, porque puede ser arriesgado; tu ayuda podría poner a la otra persona en un serio peligro.

Antes debes haber hecho el camino y saber perfectamente adónde conduce, solo entonces podrás tomarlos de la mano y enseñarles el camino.

En este mundo es muy difícil comunicarse. Debes aprender a comunicar tus experiencias para que llegue a los demás exactamente lo que quieres decir; de lo contrario, quizá estés pensando que estás compartiendo néctar y, sin embargo, estés introduciendo veneno en las vidas de los demás. ¡Ya están bastante envenenados!

Antes es mejor que te limpies y que tus ojos estén más transparentes para poder ver con más claridad. Quizá —y aun así, solo quizá— seas capaz de ayudar a los demás. La intención es buena, pero el bien no ocurre solo porque haya buenas intenciones.
Hay un antiguo refrán que dice que el camino hacia el infierno está hecho de buenas intenciones. Hay millones de personas que intentan ayudar con muy buena intención, dando consejos a los demás y sin preocuparse de seguir ellos mismos sus propios consejos. Es tan grande la felicidad de dar consejos que ¿a quién le importa que yo los siga?

La felicidad de dar consejos a los demás es una felicidad muy sutil y egoísta. La persona a la que aconsejas se convierte en un ignorante y tú eres quien sabe. El consejo es lo único que todo el mundo da pero nadie sigue; y es mejor que así sea, porque quienes los dan no saben nada, aunque no vayan con malas intenciones.

Recuerda, si quieres cambiar el mundo tienes que cambiarte primero a ti mismo; esta es la naturaleza de las cosas. La revolución empieza por uno mismo. Solo así podrás irradiarla a los corazones de los demás. Primero, debes comenzar el baile y entonces verás el milagro: los demás también empezarán a bailar. El baile es contagioso, el amor también lo es, y la gratitud, y la religiosidad, y la rebelión; todos son contagiosos. Pero antes tienes que encender la llama que quieres ver en los ojos de los demás

viernes, 27 de mayo de 2011

La vida en titeres






Ayer presentamos don quijote de la mancha, para un trabajo en la Universidad. La experiencia fue muy hermosa, como se trabajo en equipo, la alegría que fluía, el compañerismo, el espíritu.
En el escenario fluía un calor tremendo, la energía vital, una energía tremenda, reímos mucho.

jueves, 5 de mayo de 2011

Ahora es el unico tiempo

Esta época es básicamente la época más impaciente que ha sucedido nunca en esta Tierra. Todo el mundo es impaciente, todo el mundo está pendiente del tiempo, y todo el mundo quiere hacerlo todo inmediatamente. Pero con semejante consciencia del tiempo, es imposible. La gente viene a mí y dice que ha venido sólo a pasar un día. Al día siguiente se van a Sai Baba, y después de estar con él se irán a Rishikesh, y luego irán a alguna otra parte. Luego regresan frustrados y piensan que India no tiene nada que ofrecer. No es cuestión de si India puede dar algo o no; la cuestión es siempre si tú puedes recibirlo o no. Tienes tanta prisa y quieres algo inmediatamente. Al igual que en el café instantáneo, piensas en la meditación instantánea, el nirvana instantáneo. No es posible. El nirvana no puede ser empaquetado, no puede ser instantáneo. No es que sea imposible hacerlo instantáneo, puede serlo; pero sólo puede ser instantáneo con la mente que no anda en busca de lo instantáneo. Ese es el problema. Puede suceder inmediatamente, en este momento. No es necesario siquiera un momento. Pero sólo a alguien que está completamente relajado con respecto al tiempo puede sucederle instantáneamente.


Esto parece paradójico, pero es así. Si puedes esperar eternamente, no necesitarás esperar en absoluto. Pero si no puedes esperar ni un solo momento, tendrás que esperar eternamente. Tendrás que esperar, porque la mente que dice: «iQue suceda inmediatamente!», es una mente que ya se ha ido del momento. Está corriendo, no está en ninguna parte, está de acá para allá. Una mente que está de acá para allá, en movimiento, no puede ser inocente.

Puede que no seas consciente de ello, pero las personas inocentes nunca tienen consciencia del tiempo. El tiempo se prolonga pausadamente. No hay prisa por ir a ninguna parte; no están corriendo. Están disfrutando momento a momento. Están mascando cada momento. Y cada momento tiene su propio éxtasis que entregar. Pero tienes tanta prisa que no puedes entregarlo. Mientras tú estás aquí, tus manos están en el futuro, tu mente está en el futuro, te perderás este momento. Y esto siempre será así; siempre te perderás el ahora. ¡Y ahora es el único tiempo! El futuro es falso, el pasado es sólo un recuerdo. El pasado ya no existe, el futuro está aún por llegar... y lo único que sucede es el ahora. Ahora es el único tiempo.

De modo que si estás dispuesto a ir un poco más despacio, a ser menos calculador, a jugar como los niños, aquí y ahora, entonces estas técnicas sencillas pueden hacer milagros. Pero este siglo es demasiado consciente del tiempo. Por eso preguntas: Parece que necesitamos técnicas para llegar a estas técnicas. No. Éstas son técnicas; no resultados finales. Parecen resultados finales porque no puedes concebir cómo pueden funcionar. Pueden funcionar en una mente específica; no pueden funcionar en otros tipos de mente. Y, en realidad, los que saben dicen que al final todas las técnicas te llevarán a la inocencia en la que sucede el fenómeno. Cuando suceda el fenómeno, será porque las técnicas te habrán llevado a esa inocencia..., si hay inocencia

martes, 26 de abril de 2011

Los cómplices ( Gonzalo Rojas)

Te decía en la carta

que juntar cuatro versos

no era tener el pasaporte a la felicidad

timbrado en el bolsillo,

y otras cosas más o menos serias

como dándote a entender

que desde antiguamente soy tu cómplice

cuando bajas a los arsenales de la noche

y pones toda tu alma

y la respiración

perfectamente controlada,

por mantener en pie tus rebeliones

tus milicias secretas

a costa de ese tiempo perdido

en comerte las uñas, en mantener a raya

tus palpitaciones,

en golpearte el pecho por los malos sueños,

y no sé cuántas cosas más

que, francamente, te gastan la salud

cuando en el fondo

sabes que estoy contigo

aunque no te vea

ni tome desayuno en tu mesa

ni mi cabeza amanezca en tu pecho

como un niño con frío,

y eso no necesita escribirse.

sábado, 23 de abril de 2011

Enojate con la almohada

Vienes acumulando rabia, sexo, violencia, codicia... todo. Ahora, esta acumulación es una locura adentro tuyo. Está en tu interior. Si empiezas con una meditación represiva (por ejemplo, sentándote), estás reprimiendo todo esto, no estás dejando que se libere. Por eso empiezo con una catarsis; primero dejo que tires todas tus represiones al viento y cuando puedes tirar tu rabia al viento, empiezas a madurar. Si únicamente puedo ser amoroso con la persona que amo es porque todavía no estoy maduro; estoy dependiendo de alguien hasta para ser amable, recién ahí puedo ser amable o amoroso. Ese amor va a ser algo muy superficial; no es mi naturaleza. Si estoy solo en mi habitación y no puedo ser amoroso en absoluto es porque la cualidad de amor no llegó a lo profundo, todavía no llegó a formar parte de mi ser. Al hacerte menos dependiente, te hacés más maduro. Si puedes enojarte a solas, eres más maduro; no necesitás ningún objeto para estar enojado.

Por eso, al principio hago de la catarsis un prerrequisito; tienes que tirar todo al aire, al espacio abierto, sin estar conciente de ningún objeto. Enójate sin la persona con quien te gustaría enojarte; llorá y reíte sin motivo. Entonces, puedes tirar todo lo acumulado, y una vez que conoces el camino, te quitas todo el pasado de encima. En un rato puedes descargar toda tu vida; varias vidas. Si puedes dejar que salga toda tu locura, en unos momentos se limpia todo profundamente. Ahora estás limpio, fresco, inocente; eres un niño otra vez. Ahora en tu inocencia, puedes meditar sentado, acostado o como quieras, porque ahora no hay un loco adentro que te perturbe.

El primer paso tiene que ser la limpieza, con una catarsis; porque con ejercicios respiratorios solamente o sentándote solamente, practicando asanas o posturas de yoga, lo único que hacés es reprimir. Y pasa algo muy extraño: cuando has dejado que se expulse todo, el hecho de "sentarse" viene solo. Los asanas se van a dar por si solos, va a ser espontáneo.

Empieza con catarsis y podrá florecer algo bueno dentro tuyo; tendrá una cualidad y una belleza totalmente diferente: será auténtica. Cuando el silencio viene a ti, cuando desciende sobre ti, no es algo falso, no lo estuviste cultivando, solamente desciende sobre ti, te sucede. Empiezas a sentir que crece dentro tuyo, como una madre siente que crece su niño.
(osho)

jueves, 21 de abril de 2011

Babeuf La conpiracion de los iguales


Babeuf, François Noel llamado Gracchus. teórico comunista galo, dirigente de la Conspiración de los Iguales llamada de Babeuf, y principal representante de la izquierda comunista en la gran revolución francesa (Saint Quentin1760-Vendôme1797).. Heredero de la tradición utópica e igualitaria de la ilustración, quiso llevar la revolución hasta sus últimas consecuencias. y lo intentó cuando comprendió que ésta estaba siendo instrumentalizada por una nueva clase dirigente. «Nos dijeron, escribió, que la República era algo magnífico. Lo creímos hasta tal punto lo creímos que para obtenerla, hicimos esfuerzos sobrenaturales. La experiencia no justifica aquellos anuncios magníficos (...) El pueblo confiado y absolutamente sincero tuvo que interpretar literalmente esas expresiones sublimes: igualdad, libertad. Pero !oh, bribones! (...) desde el momento en que una vez que os apoderasteis del sublime movimiento revolucionario, manifestasteis al pueblo que interpretabais dichas expresiones en sentido inverso al del diccionario, el entusiasmo que le inspiraba lógicamente se convirtió en indiferencia o incluso en odio».

Babeuf procedía de una familia protestante (los luteranos fueron duramente perseguidos en Francia hasta 1789), cuyo tutor abandonó Francia con la misión de estrechar los lazos entre los calvinistas y los luteranos galos. Al regresar a Francia cayó en la más absoluta miseria, lo que no le impidió enseñar a su hijo a leer con los mismos periódicos que éste recogía de la calle; también le enseñó el latín y las matemáticas. Al morir el viejo reformador le hizo jurar que dedicaría su vida a luchar por la causa de los pobres, entregándole un libro de Plutarco en el que se hallaba una biografía de Cayo Graco cuya vida él mismo había querido emular y con la cual quería inspirar a su hijo. Con la revolución el joven Babeuf abandonó su labor de empleado y se puso a trabajar en firme en la pequeña ciudad de Roye de Somme, consiguiendo una gran agitación entre los campesinos pobres para que boicotearan el impuesto sobre el vino. Más tarde logró vender las tierras confiscadas a la nobleza y entregó el dinero entre los pobres, lo que le valió el encarcelamiento por parte de los notables burgueses del lugar. Al salir de la prisión marchó hacia París. Allí, al trabajar como funcionario, encontró fraudes en las cuentas y creó a tal efecto una comisión de investigación, pero finalmente debido a las maniobras de los notables, y acabó yendo otra vez a la cárcel.

A continuación, creó el periódico El tribuno del pueblo, en el que se hace portavoz de las masas más radicalizadas. En él llega a escribir que prefería la guerra civil «a esta vergonzosa concordia que estrangula a los hambrientos». Palabras que sentía en sus carnes, pues sólo conocen la miseria. Únicamente trataba con los miserables y sus cargos públicos sólo mostraron su incorruptible personalidad. Así, estando entre los barrotes, murió su hija de siete años, quedando los demás de su numerosa prole en las mismas condiciones de hambrientos.

Nada más salir otra vez de la prisión formó con Darthé, Maréchal, Buonarrotti y otros, la Sociedad de los Iguales, en cuyo Manifiesto exigían: «No más propiedad individual de la tierra, porque la tierra no es de nadie... Declaramos que no podemos tolerar más, que la inmensa mayoría trabaje y sude al servicio de una pequeña minoría. Ya ha durado suficiente tiempo, demasiado tiempo, una situación en la que menos de un millón de individuos dispone de lo que le pertenece a más de veinte millones, de sus semejantes, de sus iguales... Jamás un proyecto tan vasto ha sido concebido y puesto en ejecución. De vez en cuando algunos hombres de genio, ciertos sabios, han hablado de ello en voz baja y temblorosa. Ninguno de ellos ha tenido el valor de decir toda la verdad... iPueblo de Francia: abre los ojos y el corazón a la plenitud de la felicidad, reconoce y proclama con nosotros la República de los Iguales!».

La Sociedad de los Iguales fue inmediatamente disuelta: su igualitarismo democrático era excesivo hasta para la izquierda burguesa y pequeñoburguesa. Entonces Babeuf se vio obligado a trabajar en la clandestinidad, en el acariciado proyecto de una insurrección revolucionaria. Los insurrectos impondrían en el caso de triunfar, una dictadura igualitaria, la República de los Iguales en contra de la aristocracia, los especuladores y los burgueses. Los Iguales tenían unos objetivos que lo situaban como el movimiento más avanzado que había conocido la historia y como el antecedente más inmediato de las ideas marxistas sobre la dictadura del proletariado. Al quedar frustrado el empeño y decapitado el grupo dirigente, el ideario de los Iguales quedó relegado y olvidado durante varias décadas hasta que Buonarrotti lo reconstruyó literariamente influyendo decisivamente en el comunismo francés del siglo XIX, en el blanquismo sobre todo.

El Manifiesto de los Iguales se puede considerar como la primera declaración del suelo, el derecho natural de todas las personas de gozar de los bienes terrenales: «La Naturaleza, decía la primera sección del Manifiesto, ha dado a todos los hombres el mismo derecho de gozar de todos los bienes». Partiendo de aquí proponía la expropiación inmediata de todas las propiedades que pertenecieran a los enemigos del pueblo, la abolición de la herencia para, que la propiedad evolucionase de lo particular a lo colectivo.

Estos principios resumían muy simplemente el sentir de la masa de los «descamisados». Babeuf se considera un eslabón más en la cadena de pensadores igualitarios como muestran estas líneas de su magistral intervención en la defensa de su causa antes de ser guillotinado. Decía: «Pero se dirá que son mis ideas las que harían retroceder a la sociedad a la barbarie. Los grandes filósofos del siglo no pensaban así y yo soy su discípulo.» Continúa haciendo una larga referencia de las ideas de sus procedentes, cita a Rousseau que hablaba de «hombres tan detestables como para atreverse a poseer más de lo necesario, mientras otros se mueren de hambre». Sigue con una referencia de Morelly: «Si seguís la cadena de vuestros vicios encontraréis que el primer eslabón está ligado a la desigualdad de las riquezas».

Prosigue refiriéndose a Diderot: «El cual afirmó que el cetro del báculo del obispo de la humanidad está gobernado por los intereses personales, y que éstos hacen la propiedad, y que es inútil que los filósofos razonen acerca de la mejor forma de gobierno mientras el hecho no llegue hasta las mismas raíces de la propiedad. Diderot, se pregunta sí la inestabilidad y las vicisitudes políticas de los Imperios serían posibles sí todos los bienes fueran poseídos en común, y afirm6 que todo ciudadano debería de tomar de la comunidad lo que necesitara, dando a ésta lo que pudiera. ¡Ciudadanos!, «loco peligroso» es precisamente lo que me habéis llamado a mí por querer introducir la igualdad».

Más adelante echa mano a protagonistas de la misma revolución. De Tallien recogía la siguiente cita: «todo hombre sincero debe de admitir que la igualdad política sin una igualdad real no es más que una cruel ilusión»; de Armand de la Meuse la siguiente: «el peor error de los revolucionarios ha sido su incapacidad para indicar los límites de los derechos de la propiedad, lo que ha traído como consecuencia el abandono del pueblo a las voraces especulaciones de los ricos».

Finalmente se remite a Cristo: «Jesucristo nos ha dicho que amemos al prójimo y no le hagamos a él lo que no quisiéramos que nos hicieran a nosotros; pero he de admitir que el código de la igualdad de Cristo hizo que le acusáramos de conspiración». Concluye con estas palabras: «Pero aquí donde Mably, Diderot, Rousseau y Halvencio fracasaron, ¿cómo iba a tener yo éxito?. Soy un modestísimo discípulo de ellos, y la República es menos tolerante que la monarquía».

Babeuf se pregunta: «¿Por qué había fracasado la revolución?» y su respuesta la encuentra en los antagonismos entre les clases: «¿Qué es una revolución política en general?, ¿Qué ha sido especialmente la revolución francesa? Una guerra declarada entre los patricios y los plebeyos, entre los ricos y los pobres (...). La revolución francesa no ha sido otra cosa que la precursora de otra revolución mucho mayor, mucho más solemne, que será la última».

Se considera a Babeuf como el primer exponente de lo que iba a ser más tarde el socialismo utópico. La particularidad de Babeuf con relación a esto no se debe solamente a su carácter más primitivo, sino también al hecho de que fue un esforzado combatiente de una revolución real y concreta ya que representó de ella, al mismo tiempo, el lado más utópico y el más realista. Se comprometió con un programa que representaba el sentir de la «conciencia inicial del proletariado» y que, aunque no tenía una aplicación posible, representaba una crítica socialista a la Revolución francesa que sería desarrollada por el socialismo ulterior. Hay que subrayar también que la influencia de Babeuf se extendió durante toda la primera mitad del siglo XIX francés.

La obra que presenta un estudio más completo sobre Babeuf es la Claude Mazuriac, Babeuf, realismo y utopía en la Revolución Francesa (Península, Barcelona, 1976; Sarpe, 1987), que comprende una antología de sus principales textos. Otra selección importante es El Tribuno del Pueblo (Júcar, Madrid, 1981). Muy interesante es, por motivos distintos, la novela de Erhemburg (Ilya), La conspiración de los iguales (Júcar, Madrid), y el ensayo de Tierno Galván (Enrique), Babeuf y los iguales. Un episodio del socialismo premarxista (Tecnos, Madrid). Edmund Wilson incluye un capítulo, Los orígenes del socialismo: la defensa de Babeuf en su Hacia la estación de Finlandia (Alianza), en tanto que Christian Rakosvky utiliza sus reflexiones sobre el Termidor francés para describir el ruso en su opúsculo Los peligros profesionales del poder.