jueves, 22 de junio de 2017

El plan perfecto

Mi profesora sentía gran fascinación  por Don Q_uijote de la Mancha y el Manco de Lepanto, mientras que yo poseía  una obsesión lujuriosa por ella. Aquello, me llevó a leer el libro de Cervantes una y mil veces con el fin de impresionarla con mis habilidades histriónicas en una exposición que nos encargó, así se derretiría  por mí, debido a la pasión que sentíamos ambos por aquella obra literaria.

Llegando el día, expuse majestuosamente  la saga. Al finalizar,  se acercó lentamente  y susurro  en mi oído: “Esto es un plagio, tiene un uno váyase de aquí”.

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