lunes, 26 de diciembre de 2011
"Para El Camino"
Schwenke y Nilo.
Busco la fuerza que me da la vida
busco las manos y entrego las mías
me doy entero a las cosas queridas
busco la forma de ganarme el sol.
Quiero ir cantando mis fotografías
las que he sacado de noche y de día
canto a la angustia y a las alegrías
canto porque es necesario cantar...
Para ir dejando una huella en los días
para ir buscando una sola armonía
para ir diciendo cosas prohibidas
para ir llenando esta tierra de amor.
Busco la forma de ir construyendo
algo mejor que esperar el invierno
busco ser fuerte en plena decadencia
aunque a veces se acabe la paciencia.
Quiero ir de a poco llenando mis días
con las historias que quizás mañana
con voz cansada le cuente a mis hijos
canto porque es necesario cantar...
Para ir dejando una huella en los días..
viernes, 16 de diciembre de 2011
Así estoy yo sin ti
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso…,
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
domingo, 11 de diciembre de 2011
Poema de domingo
Más yo no quiero escribir poemas sin nombre
Más no quiero dormir abrazado a tus recuerdos
Quiero despedirme con un beso en tus labios
Y despertar llevándote el desayuno, mientras no llegamos a nuestros deberes.
Me declaro insuficiente e innecesario
Para no amar cuerpo a cuerpo
Piel a piel
Corazón a corazón
Sin condiciones ni dobles intensiones
domingo, 4 de diciembre de 2011
Ultimas sesiones Terapia de la risa 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
Escucha a lo desconocido
Escucha a lo desconocido
Lo conocido es la mente. Lo desconocido no puede ser la mente. Será otra cosa pero no la mente. Lo único seguro es que la mente es una acumulación de lo conocido. Por ejemplo, si llegas a una bifurcación en el camino y la mente dice, «vamos por aquí, me suena familiar», eso es la mente. Si escuchas a tu ser, querrá ir a lo que no es familiar, a lo desconocido. El ser siempre es un aventurero. La mente es muy ortodoxa, muy conservadora. Quiere andar por la senda, por el camino trillado una y otra vez, el camino de menor resistencia. Escucha siempre a lo desconocido. Y reúne valor para adentrarte en lo desconocido.
Es necesario ser muy valiente para desarrollar tu destino, no hay que tener miedo. Las personas que están llenas de miedo no pueden ir más allá de lo conocido. Lo conocido da una especie de comodidad, seguridad, confianza, porque lo conoces. Estás perfectamente informado, sabes cómo abordarlo. Puedes estar casi dormido y seguir haciéndolo, no necesitas estar despierto; es la ventaja que tiene lo conocido.
En cuanto atraviesas la frontera de lo conocido surge el miedo, porque ahora estarás en la ignorancia, no sabrás qué debes hacer y qué no. No estarás seguro de ti mismo, podrás equivocarte; podrás perderte. Este miedo es lo que mantiene a la gente maniatada, y una persona que está imposibilitada para lo nuevo está muerta.
Sólo se puede vivir la vida peligrosamente, no hay otra forma de vivirla. La vida sólo alcanza la madurez y el crecimiento a través del peligro. Tienes que ser un aventurero, siempre dispuesto a arriesgar lo conocido por lo desconocido. Y en cuanto hayas probado la alegría que produce la libertad y la ausencia de miedo, nunca te arrepentirás, porque sabrás qué significa vivir al máximo. Sabrás qué significa quemar la antorcha de tu vida por los dos extremos. Un solo instante de esa intensidad es más gratificante que toda una eternidad de vida mediocre.
Osho